Unas bragas (usadas) de Madonna, 3.000 euros
Estoy en la línea de las columnas de verano.
La de hoy debería titularse “bragas de oro”. El caso es que hay personas que encuentran una especie de satisfacción personal en la compra de objetos de esta cantante o de otros “personajes”.
Una cierta y morbosa admiración parece invadir el alma del que acude a subastas de estas características. Una máscara de látex, más ropa interior y un sinfín de artilugios íntimos despierta extraños sueños en los que pujan. El morbo y la fantasía están servidos.
El hecho ,además, de que en este caso las bragas sean usadas debe darle, digo yo, más emoción al asunto. El que a mí me parezca una guarrada no es óbice, seguro, para que el personal que está en la cosa de llevarse lo más íntimo, acuda y puje.
Se ve que hay un negocio colateral a todo famoso. Eso me recuerda la cuadrilla de los toreros y de aquellos que se arriman al famoso para decirle lo bien que lo hace, lo buenos que son o lo bien que cantan, pongo por caso. Olé maestro.
Se cuenta que un personaje famoso del hondo y maravilloso Sur ,con titulo que llevarse a la boca ,se hacía dar los buenos días con un propio que le agasajaba y le venía a decir : Buenos días sr, marqués.! Que buen aspecto tiene usted hoy!. Tengo entendido que el contratado se hizo hacer unas tarjetas con su “oficio”. No sé lo que pondría.
Este “avalantador” es muy frecuente en algunos ambientes. A nadie nos amarga un dulce. Cuando nos dicen que somos muy listos, muy guapos, muy ricos y muy jóvenes , sabiendo que no es así , nos agrada o medio agrada y no terminamos de golpe con el adulador.
¿Qué llevará a una subasta a esas personas con capacidad de gastar cantidades exorbitantes por una prenda de tan poca tela? Bon jour