EL DIRECTOR GENERAL
Joan Pau Miquel, hasta hace poco consejero delegado y director general de la Banca Privada de Andorra (BPA), ha abandonado las dependencias de la comisaría de la Policía de Andorra para ser puesto a disposición judicial.(Fuente: el periódico)
Es una noticia del pasado día 15 y hoy todavía vigente , para mí y para otras muchas personas a la vista de la cola de “penitentes”.
En la cola dicen que se oyeron frases de . “Esto con Franco no pasaba” y otros , más jóvenes , que no sabían quién era ese señor no decían nada y fruncían el ceño y pensaban en el chino Mao, en las redes mafiosas y en los extraños caminos que el papel moneda recorre y en eso de que el dinero no tiene patria.
Yo he venido aquí , a esta columna, a hablar de Joan Pau
que ejercía con mano firme la dirección de la Banca privada y exhortaba a los empleados al trabajo duro y a la prudencia salarial y al no hacer caso a esos rumores que hablaban de lo que luego ha salido a la luz.
¿Que hacía Miquel entretanto? Le supongo entregado a contar sus bonos y su calderilla de miles de euros al tiempo , digo . de exhalar , al aire puro , limpio , filtrado de su despacho la azulada voluta de un anillo perfecto entresacado de la punta roja de su cohíba.
El tipo abandonaba el barco y ponía sus dineros a buen recaudo, salvaba primero sus muebles.
Amo a los directores generales que rechazan tarjetas Black , no abandonan el barco y gritan metafóricamente “la mujeres y los niños primero”· y luego se hunden con dignidad con su buque al son de quien sabe que melodía.
Este Joan Pau Miquel ni flores, ni niños , ni perrito que les ladre. Es un ejemplo máximo de solidaridad consigo mismo , se ama más que a nadie.
La cuestión que aquí se plantea es simple. ¿Cuántos directores generales hay de la calaña del ” Pau Miquel” ocultos tras informes negativos que derivarán en corralitos ,mientras los pactos ocultos de políticos nos asombran?. Salarios parlamentarios andaluces. Pleno acuerdo…de todos los que ahora se increpan.