VIOLENCIA
Destroza una peluquería por un mal corte de pelo La joven, que entra en la peluquería con una maza, rompe los espejos e incluso intenta golpear a una de las trabajadoras (fuente: las provincias)
A veces uno tarda en ir al peluquero por muchas razones y una podría ser que es aficionado a un club que no es el tuyo o porque se lleva fatal con los aficionados a los toros o porque su conversación te marea hasta lograr adormecerte y en un descuido se ha pasado un poco y ese pelo con el que soñabas no termina de gustarte.
Lo mejor es cambiar de fígaro, pero hay gente como la que cito aquí que no puede aguantarse y entonces termina por romper la peluquería con un mazo. No parece aconsejable.
En el fondo la ira que muestra la mujer no debe ser la consecuencia de un trasquilón o porque no le han dejado el pelo como a Lady Gaga. No es para tomárselo a broma. Ahí hay algo más.
Hay una cierta irritación entre el personal y puede ocurrir que esto sea consecuencia de la enorme violencia que nos muestran cada día y pensar en que uno puede copiar lo que las películas nos enseñan , sin tener en cuenta las consecuencias.
Hace unos días una lectora muy amable me sugirió que además de las cosas que digo con el mejor humor posible, pero sin dejar nada en el tintero, también podría dedicar algo de tiempo a pensar o reflexionar en torno a la violencia machista o al asesinato de niños que ahora se vuelve noticia con demasiada frecuencia.
La amable lectora tiene razón y tanto es así que puedo decirle, por cierto, que tengo publicada una novela con el título “Mía o muerta” agotada por cierto ( fue de una tirada mínima y con el editor ya desaparecido de esa función víctima del bajo nivel de lectura general). Bien. Ahora solo un apunte breve sobre el que insistiré en otra columna.
Creo que en el fondo esa violencia es el fruto de una frustración por observar que el otro ser humano , la mujer, cada día es más libre y capaz de sobrevivir sin el varón e incluso de vivir con alguien que no sea el primer elegido. El hombre se siente inferior y no lo puede tolerar y no sabe más que reaccionar con violencia asesina.
Si a eso le unes alcohol , droga , falta de formación , egoísmo y bestialidad profunda , el perfil viene marcado y los niños , indefensos, son el precio a cobrarse por terminara de “matar” a la mujer que no es propiedad del asesino.
Desde el principio lo que escribo ha dado un giro inesperado hoy y solo añadiría que es posible que haya un cierto contagio al leer y oír con repetición hasta la saciedad estos hechos.
Tendríamos que ser más prudentes como lo somos con las noticias de suicidios que , siendo más que las victimas anuales de trafico , parecen no existir.
Con rapidez me defiendo de posibles opiniones que puedan hacer creer que ocultar los datos es favorecer a los violentos. Creo que no y sobre el asunto las teorías se superponen en uno y otro sentido. Volveré sobre el tema.