La foto y otras cosas
Hace unos las la foto del niño sirio ahogado en la arena de la playa turca recorrió el mundo y paralizó los latidos de corazones lejanos empujando a la reflexión , como ninguna otra de las miles de fotos que recorren las pantallas de la televisión anunciando muerte , moscas y destrucción de vidas humanas.
Ambas series fotográficas no dejan de estar concertadas por una percepción común cual puede ser la pena y la contestación íntima que nos damos. a la pregunta ¿Qué puede hacer yo? La pena en gradación distinta.
Daré algo de dinero en la parroquia o me haré socio de una de esas organizaciones solidarias que recorren el planeta con “funcionarios” que van y vienen a salario- no podría ser de otra manera, seguro- pero yo no puedo – nos decimos – alojar en el salón de mi casa a un sirio por muy refugiado que sea. ¿Por qué he de alojar a un sirio, a un palestino o a un desheredado de la fortuna si yo no soy culpable de esa miseria , huida o discrimación? ¿Lo soy?.
¿Es bueno o malo el presidente Assad de Siria ahora? ¿Quién marca el limite de lo bueno o malo en una región ? ¿Qué intereses mueven a USA o a otros, para bombardear hoy si y mañana no? ¿Que negocios ponen en marcha las multinacionales del armamento para ir alimentando guerra y paz?
El nacer en una nación o espacio u otro parece marcar una cierta felicidad o un cierto destino. ¿ No?
Ahora nos pasamos leyendo noticias sobre los resultados de las encuestas que dan el si ,o el casi si ,a un Sr , el Sr, Mas, que dice abiertamente que lo tenemos secuestrado y sometido a control económico y sojuzgado o casi , que le damos , quiero decir que ,lo somatizamos sin darle tregua para respirar y por eso se quiere ir y se va contra viento y marea.
No es fácil para el Sr, Rajoy el tomar una decisión. ¿Ejercito, cierre del grifo económico, suspensión de la autonomia, delitos penales de desobediencia?
Unos dicen que el silencio de Rajoy es esperar y ver que pasa o a que se pase la tormenta sola , como en el caso de Franco, dicen, que ponía los expedientes en un cajón y esperaba. No es una buena táctica.
A mi no me gustaría estar en su piel…aunque me molestan las chulerias y siento “ganitas” de responder a ellas.
Siempre podemos acudir a “mamá Merkel” como parecen llamarla los refugiados y la mamá acoge y los emprearios alemanes ya tienen mano de obra para ese medio millón de puestos de trabajo que dicen tener disponibles. ¿A que precio?
¿Son más listos que nosotros, más solidarios o más ricos? Habrá que pensar en este rompecabezas cuando podamos tener un rato y dejar de preocuparnos por nosotros mismos. Complejo. Buenos días.