LO COMPRENDO ESPERANZA
Tras más de 30 años al pie del PP en Madrid y quien sabe donde más, se va Esperanza Aguirre con un “Yo no temo a nada”. Una frase rotunda que habla, al menos eso parece, de una fortaleza interior.
¿Se quedará en su cuarto en el palacete que habita en su ex feudo madrileño.? No sabemos. Yo creo que no. Todavía dará “cancha” a sus periodistas seguidores y a los otros, que lo son menos.
De momento está en el Ayuntamiento y ya ,muchas de las voces de su oposición, se han apresurado a apretar el acelerador y a exigir que dimita también de allí y devuelva el acta.
No creo que la devuelva. Por cierto ¿a quién?
Es interesante el planteamiento de su frase final de no temer a nada y es también escueto e interesante la comprensión emitida por el presidente en funciones. Dice que lo comprende. Ni más ni menos. Después parece que ha dicho que le da las gracias.
Más rotundidad de un lado y precisión en el regate corto del otro no cabe.
“El hombre de hielo” no se va porque señala con rotundidad manifiesta que tiene 7.8 millones de votos y son, siendo pocos, muchos y unos pocos más que los otros, aunque no bastantes.
En esta zona se dice. ¿Qué farem? Foc o fuchirem ( ¿Que haremos, fuego? Fuego o huiremos. Habrá de las dos cosas. Fuego y huida.
No parece que hayan celebrado un San Valentín político juntos esta señora y el presidente en funciones .
Cambio de tercio.
Y yo que creo que estas exigencias del referéndum podemita es un reto para no pactar y luego decir que lo han intentado todo. Es un brindis al Sol y una apuesta a favor de la militancia interna del Sr. Iglesias.
La temperatura ha bajado aquí y ahora alguien dirá que ya era hora y otros protestarán porque ha venido más frío. Hay para todos los gustos. Se vende todo. Lo malo es que no todos compran lo que se vende. Esa es la crisis.