EL CURSO
El jueves 20 de febrero no todo el mundo pensaba en el pacto entre las diversas fuerzas políticas, ni estaba atento, pese a la cantidad ingente de noticias sobre corruptos, corruptelas y personajes involucrados, no.
Hoy sabemos que hay pactos y también pensamos que hay, potencialmente, mejores putas al socaire de la noticia que sigue, por cierto, no he visto manifestación, ni declaración alguna en contra sobre este asunto que involucra el uso del cuerpo de mujer y la violencia que eso debe suponer.
Mientras se cocía el pacto y unos bajaban y subían al mismo tiempo , había gentes que querían progresar y de hecho un diario de Barcelona ofrecía un curso de sexo para convertirse en “puta profesional” a impartir 2 días más tarde.
A la sazón desconozco si se han apuntado muchas personas o no podían porque estaban en pleno ejercicio de la libertad de uso de su cuerpo. Se ve que no está el horno para bollos, ni para cursos.
Aprosex es una asociación con sede en la capital pujoliana por excelencia; la ciudad condal desea dotar de profesionalidad y mayor sabiduría a las llamadas/os profesionales del sexo.
Ahí se plantean, por lo leído, cuestiones de vital importancia como es el que en el curso, de 4 horas a 45 euros por curso y cabeza, te puedes responder a varias cuestiones vitales, para las putas, se ve.
Preguntas como: ¿Por qué quiero dedicarme a la prostitución? ¿De verdad quiero ser prostituta? ¿Me siento preparada para esta profesión? y sobre todo la que a mí me ha dado el cante es la pregunta sobre Hacienda y Seguridad Social ( ya sabemos que la pela es la pela) o la que hace referencia a los Planes de Ahorro ( estoy esencialmente interesado en la capacidad de ahorro de esta profesión), no siendo menos importante el marketing para trabajadores sexuales.
Este mundo que vivimos es curioso. Comprendo que es importante la formación, la instrucción máxima para el ejercicio competitivo, pero dada la afición que tenemos a la práctica del sexo desde tiempo inmemorial y que ha dado lugar, por cierto, a ese refrán popular, como todos los refranes, al dicho de “la jodienda no tiene enmienda” ¿Era necesario el curso?. Bon jour.