UN VIAJE DE 100 MIL MILLONES DE DÓLARES
Los srs. Kelly y Kornienko se han pasado casi un año dando vueltas dentro del laboratorio espacial Estación Espacial Internacional (ISS). Son dieciséis los países que participan en la ISS, un laboratorio orbital que gira alrededor de la Tierra desde 1998 y ha costado en total 100.000 millones de dólares, financiados en su mayor parte por Rusia y Estados Unidos.
Ahí estaban batiendo records y preparándose para ir a Marte, cuando llegue el momento de huir a todo trapo de este Planeta tan maltratado y desigual.
Ajenos al Día de la Dona y del Día del Padre, del pasado día dedicado a las Enfermedades Raras, también parece que no le han dado importancia al coste que supone oír a nuestros parlamentarios electos que se pasan el día desgranando filosofía del cambio y progreso, sin cambiar y progresar, lo que no deja de ser paradójico. Son cosas de la democracia, podrían decir.
Cuando han vuelto de hacer su viaje, casi astral, no han dicho nada, salvo el saludo de rigor en la estepa de Kazajistan ,- que antes era parte de la Unión Soviética.
Como dicen que no hay guerra fría. salvo algunas pequeñas diferencias, si acaso, en las guerras locales, con daños colaterales que se llevan por delante centenares de civiles incluidos niños y madres dando de mamar, la cosa va bien.
O sea USA y Putin son amigos y sus astronautas viajan juntos y por su edad – 52 y 55 años- podría decirse que han disfrutado de un descuenta especial como es el de no soportar los telediarios varios que se pasan todo el día metiéndonos un miedo que te “cagas” , con perdón.
El astronauta estadounidense Scott Kelly y el ruso Mijaíl Kornienko han realizando experiencias de cara a futuros viajes a Marte..
Me pregunto si no podían acompañarles los Srs. Rajoy , Sánchez e Iglesias y al estar tanto tiempo juntos y en órbita quizás tuviéramos suerte y se entendieran, salvo que a las llamadas de la Tierra a la estación no contestaran, siendo eso un signo de mal agüero o quizás de haber pasado a “mejor vida”.
Dios no lo quiera. Lo único que queremos es que nos dejen en paz y se pongan a “ora y labora”. Loado sea el Señor si esto fuera así.