UN RETRASO DE NADA/Digital y papel
Una mujer fue detenida este martes en Santander por propinar dos bofetadas a su hija de diez años y tirarle del pelo. La niña había llegado a su casa, sita en la calle Los Ciruelos de la capital cántabra cuando su madre la recibió con una buena regañina por llegar dos horas tarde del colegio.
El Sr. Iglesias de Podemos llegó 20 minutos tarde a su cita con el Jefe del Estado o sea el Rey y solo se limitó, dicen, a saludarle con un “encantado de volver a verte” o algo parecido.
Como es habitual aprovechó después para, en la rueda de prensa, explicar la razón o razones y como siempre la culpa es del otro, del conductor en este caso, pero se explicó y eso parece que gusta al respetable votante de ese partido.
El Rey no parece disponer de un ayudante encargado de darle dos bofetadas y estirarle del pelo. Se ve que eso era en el Medievo.
¿Podría no haberlo recibido? ¿Podría haberse ido a tomar un cortadito al “bareto” de La Zarzuela y hacerlo esperar sus propios 20 minutos? !Ah!. El escándalo llegaría al Parlamento Europeo al mismo tiempo que Otegui y podría haber sido declarado “víctima política de un estado absolutista”.
!Cosas veredes Mio Cid!
Eso de llegar tarde a una cita, aunque no sea con el Jefe del Estado ,me pone de los nervios. Está feo; de hecho suelo llegar un poco antes y confieso que cuando era más “pequeño” llegaba tan pronto que me tenía que dar una vuelta para hacer tiempo.
El Jefe del Estado somos todos y no como Hacienda que a la vista de cómo operan algunos individuos, a los que les retiran la acusación de los que decían que tenían las manos limpias, se quedan a la Luna de Valencia.
Corremos el riesgo de llegar tarde o nunca para juzgarlos y este verano los imagino en Ginebra o en Andorra o cruzando en un crucero mágico el Canal de Panamá.
Tengo la sensación de que somos siempre los mismos los que pasamos por caja y la cara se nos queda estupefacta por no decir de idiotas.
Amar a España es cada día más difícil.