LA MIRADA
Dicen que en Máster Chef hay tomate.
Creo que se refieren a las miradas enternecedoras que cruza uno de los jurados con una concursante de origen ruso.
Un cierto aire de mirada fija y un poco caída que se cierne sobre la dama, como la de un depredador ante una presa potencial. Todo es posible, aunque a lo mejor era la forma en la que trataba la concursante a la pieza de pescado que se llevaba entre manos.
No es infrecuente la mirada del chef sobre la pieza a servir. Las piezas son como hijuelas procedentes de la creatividad del cocinero que a lo mejor ha compartido con el chef que se atufa por ver como su obra desaparece engullida por algún comensal . Uno que no saber tratar con dignidad la obra de arte. !Quién sabe lo que significa esa mirada!
He visto el video y la subida de color en las mejillas de la mujer del Este.
Tratándose como se trata de un concurso para ver quien cocina lo mejor (`para luego comérselo, supongo) nada ni nadie nos aleja de la opinión de que es posible que lo que llaman coqueteo se haya trocado en admiración por el “guiso” que la concursante, originaria de la “Madre Rusia”, preparaba.
La dulce e insinuante mirada puede querer decir “estás para comerte”, pero la duda subsiste en mi.¿ El jurado mirón a quien se quiere comer?
El juego de las miradas es muy antiguo. Sin embargo a mi me escama que el jurado no entornara los ojos o bizquera como lo hace a veces el SR. Rajoy cuando le salta un dato que le han servido y no termina de creérselo.
Los ojos formarían parte del lenguaje no verbal, como aquella vez que un político le dijo a otro “dímelo mitrándome a los ojos”. Eso da miedo.
O cuando le dicen a uno eso de : “me lo dices en la calle y mirándome a la cara”. Yo no me atrevo a salir. Mayormente porque me duele mucho la pierna derecha a la altura de la rotula y si doy un paso en falso se me nota enseguida y eso da mala imagen.
Mejor me quedo sentado y miro para otra parte como alelado y así, seguro que salvo la cara, no me duele la pierna y además salvo una situación.
Oiga usted es un cobarde. Sí señor. Todo el mundo se dedica a correr y algunos creo que tiene vigorex ia y están en forma.
Vaya usted a un gimnasio.
¿Usted se cree que yo soy Ramón y Cajal que se juró volver a pelear y ganar contra aquel muchacho que antes le había vencido.? Yo me entreno con el María Moliner, por ejemplo.
Me voy a mirar.