!Ay Carmena! !Ay Carmena!
Si. Ya sé que es !Ay Carmela! el titulo de la canción, por excelencia, guerra civilista, pero no me he podido sustraer, porque cada día tenemos una nueva ocurrencia colateral en el Ayuntamiento de la Villa y Corte.
Veamos. Colateral porque no parece haber surgido, lo del “día sin bañador”, de la alcaldesa, de ella misma.
No me parece propia de la misma alcaldesa en su mismidad , ni surgida frente a un espejo, en la desnudez surrealista y habitacional de la señora magistrada.
Llegada de la mano a la alcaldía con el apoyo de la “nueva casta” podemita, le ha surgido la idea vía de un colectivo cuya siglas son ADN, muy propio por cierto.
El concepto es oír a todos los grupos y la propuesta ha sido originada desde una petición, que reproduzco en parte, de ese colectivo.
Esta idea del “día sin bañador” ha partido de la Asociación para el Desarrollo Naturista de la Comunidad de Madrid (ADN), cuyo presidente, Ismael Rodrigo, ha explicado a Efe que el objetivo es “normalizar la desnudez en piscinas como lo está en la mayoría de las playas y sin molestar a nadie”.
Los del distrito de Vallecas ya se han pronunciado y han dicho que de momento no.
El argumento empleado es interesante y propio de una reflexión corporeoreal porque han dicho “el perfil de los usuarios no aconseja autorizar el día sin bañador”.
O sea que si los de Vallecas, distrito, fueran unos pijos modelos de Armani tirándose en bañador al agua y practicando el “salto del ángel” sería más guay.
¿Es usted, querido compañero de generación, guay?
De momento me he quitado el bañador, como en el supuesto caso de la alcaldesa, en mi espacio superíntimo, oscurecido con luz de baja potencia antiarrugas, y de inmediato, en un visto y no visto, me lo he vuelto a poner adornándome con una sutil guayabera blanca para que el aire corra.
No está el cuerpo para desnudos, ni para bañadores turbocompresores.
A la vista del aspecto escrotal que ofrezco he comprendido , súbitamente, el éxito del Meyba, esa marca hecha genérica y que permite desahogarse en la amplitud informal de sus telas al viento de levante.
Se ven muchos perfiles inadecuados para “el día sin bañador”, pero hay que aceptarse como es uno, al decir de una campaña, precisamente en Madrid, de un grupo de mujeres que han decidido que si son gordas o excesivamente delgadas no pasa nada.
Pues eso. Al rico Meyba y a la guayabera y al trikini si ellas quieren. Muy buenas.