MOSQUITO NOCTAMBULIS
El mosquito que a mí me pica todas las noches es una variedad noctambulis jodendis que se disputa el espacio aéreo con la mosca cojonera , una variedad patria extendida allende las regiones.
Dicen que viven poco, los mosquitos, horas y no preciso el número porque tendría que ir a la enciclopedia virtual y hace mucho calor; supongo que los puristas sabrán perdonarme.
Vivirán poco pero se dan la vez o la voz y durante el verano con repelente o sin él o con aire acondicionada discreto ahí siguen.
Pues a mí no me pican porque yo el aire lo pongo a 18 grados y ahí seguro que mueren.
Seguro, pero yo también muero o bien de una pulmonía o bien de unas “pallola” (localismo que creo que quiere decir sarampión o no, ya me dirán ustedes) debajo de la manta para protegerme del frío y de paso le lleno el bolsillo a los prebostes de la luz que luego se lo adjudican, a lo mejor, con tarjetas “Black” y se compran perifollos y braguitas para sus esposas o amantes- y se dan masajes, muchos masajes !vaya usted a saber!. Vuelvo al mosquito en sí mismo.
En “noctambulis jodendis” me ha despertado esta madrugada volando sobre mi oreja con el ruido de un Stuka( avión alemán de la 2ª Guerra mundial, creo y es que ya no me creo nada), he encendido la luz y he buscado con linternas de aproximación radial uniforme concentrada en el halo y tras una hora de hacer el gilipollas en medio pijama, con cara de loco y pelos al desaire ya no me podio dormir.
¿Y de la mosca que me dicen ustedes?
La mosca se centra en las partes viriles del burro produciéndole importantes molestias, pero mi opinión de hombre sencillo, nada entomólogo y ni siquiera de ciencias se inclina a considerar la posibilidad de que la infancia y adolescencia de esa mosca cojonera se asienta en las ciudades, mayormente cerca de merenderos y paellas sin dejar de lado las suculentas ensaladas.
He observado que primero un individuo de esa especie realiza un vuelo rasante sobre los alimentos y luego suele aterrizar en tu cuello o en el antebrazo y allí espera la llegada de su “manada” o de su “flota” que cae en picado obligándote a realizar un constante movimiento de cuello y de mano espantamoscas ( la mano izquierda) mientras no dejas de vigilar a la paella con la cuchara en mano ( también vigilas a los otros comensales en un “per si acas” que estos no son mancos)
Yo no he podido con mosquitos y moscas pero dado mi entrenamiento y mis estudios superiores creo que puedo encontrar trabajo en un merendero de playa de antes , hoy chiringuito. Seré temporal, ganaré unos eurillos y así podré ir a gritar adonde me digan. A uno y otro partido o a todos.
No quería hablar de política…pero si no lo hago no llegaré nunca a ser tertuliano de éxito y no me comeré una rosca en el atribulado mundo del periodismo a euro el reportaje.
Tengo miedo a la noche. Seguiré informando.