A 39 DÓLARES EL PRIMER TOQUE
La noticia la he guardado unos días hasta deglutirla. He hecho una cierta digestión y me duele el estomago.
América del Norte (USA) ha tocado para mí el cielo del liberalismo económico. El dólar es el rey.
Una madre ha tenido que pagar el equivalente a 30 euros, más o menos, cuando a la pregunta de la enfermera, tras el parto, de si quería sentir a su hijo contra si, en su regazo, contestó que sí.
Ese acto se ha considerado por la clínica privada en un acto médico y por tanto cobrable.
Y así ha sido, si las noticias y la fuente no han falseado la noticia para ensalzar, subliminalmente, la Seguridad Social española que sigue estando muy bien…pese a las colas de urgencias…que no todas las urgencias lo son.
La transformación de cualquier acto en algo económico me recuerda a un amigo mío que hace años gastaba la broma de que cuando alguien le preguntaba por una dirección y le daba las informaciones oportunas y luego el otro le daba las gracias, él contestaba:
No, las gracias no. Son 25 pesetas.
Claro luego había risas, como si aquello fuera lo de la cámara oculta.
Lo de la cámara dio mucho juego en su momento a las televisiones que así hacían la broma y luego no pagaban y el programa les salía gratis. Listos que son unos listos. ¿Serán americanos?
. Nosotros somos más altruistas, dicen.
Menos mal, digo yo, que no estaba, al parecer el padre cerca y otros parientes próximos, la suegra del marido e incluso una cuñada que pasaba por allí a ver cómo iba todo, porque la broma le hubiera costado un riñón al papá de la criatura.
Como señalan también que América es el paraíso de los psiquiatras y de los abogados me preguntó yo si no hay “tajo” ahí para un letrado.
Yo lo veo. Una madre que entra en crisis y depresión porque ha tenido que pagar para tocar- primer toque- al hijo de sus entrañas, que ha notado en su constructo infantil el peso de la congoja dineraria en ese primer toque y le ha transmitido la madre un trauma que, seguro, se desarrollará en la infancia, la juventud y la madurez.
Rechazará cualquier contacto humano porque lo verá como un hecho económico.
¿Qué futuro le espera a este ser?
Es que lo veo. Veo como la clínica privada y la compañía de seguros deberá hacer frente a esto. No sigo que me pone y me pondría más si fuera letrado y viviera en América. Un paraíso, nenes y nenas. Vámonos todos a América con Trump, por ejemplo.