LAS BRAGAS FETICHE
Pese a que en este momento la Bolsa ha bajado por el efecto inesperado para muchos- para otros no tanto- de la victoria del Sr. Trump sobre la Sra. Clinton, la vida sigue.
Siguen existiendo los fetichistas y no me extraña que un día salgan las fotos a subasta del desmayo de la Sra. Clinton en plena campaña, los pañuelos que usaba Trump cuando sudaba y ponía en duda el sistema de votación americano ( ahora no lo pone) o la colección de emails encuadernada en piel , digo, que el FBI investigó de la candidata.
Los demócratas – versión americana- lloran por los rincones por media cara y por la otra media tratan de buscarse un lugar en el Sol.
Es la América luchadora en busca del triunfo; una religión para ellos, se ve.
Hay fetichistas de la igualdad de oportunidades.
Me detengo un momento antes de partirme de risa al leerme con eso de la” igualdad de oportunidades”.
Y digo que la vida sigue, porque la noticia que me lleva a esta columna se refiere a la subasta de una bragas por 3200 euros que fue de Eva Braun, la amante primero y luego esposa de Adolfo Hitler; la “news” es la que sigue:
La venta se llevará a cabo el próximo jueves. La encargada de la subasta, Sophie Jones explicó que «Todos estos elementos pertenecen a un coleccionista británico que los ha tenido durante muchos años», y añadía «La prenda interior tiene signos de uso pero no hay agujeros y están muy limpias a pesar de los signos de desgaste».
Dicen los expertos que se trata de “… una parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un objeto fetiche, como una prenda de vestir o una parte del cuerpo en particular…”
Digo yo que ahora quienes aspiren a quedarse con la prenda y dado el tiempo transcurrido busquen, quien sabe, emociones parapolíticas considerando el alza de los nacionalismos y busquen levantar el brazo a modo del “Heil” y no ninguna otra parte del organismo.
Es de agradecer que la prenda aparezca limpia y que no tenga agujeros y el que tenga signos desgaste le da posible autenticidad.
¿Cómo llegó esta prenda y otros efectos a manos del actual propietario?
¿Entró en el bunker aprovechando que los rusos salían?
¿Estaría tipificado como ladrón o profanador?
Item más. Si se demuestra que la prenda es utilizada para excitación de nacionalismos y produce en el usuario actual una predisposición a levantar el brazo en plan fascio, antes de acudir a la manifestación habitual, me pregunto y pregunto a los expertos si se puede considerar como “ayuda” a la “manifa” y es condenable.
De todas formas informo que en los mercadillos las hay por un euro y muy parecidas. No somos nadie.