PUSSY HAT
El sombrero o pañuelo rosa – rojo que coronaba la testa de miles de mujeres ha inundado la Avda. Pensilvania de Washington, un día después del controlado paseo del nuevo presidente Trump.
No parece que haya problemas aritméticos a la hora de establecer el número de participantes con sombrero rosa. Han sido muchas y muy vistosas y no solo en Washington DC.
El color y el significado han tenido buena acogida
Ese pussy hat (coño rosa) proviene de una frase extraída de un discurso del entonces candidato Trump (hoy respetado presidente de USA, por una parte de la nación americana) que hacía referencia a esa parte anatómica, con la que decía que algunas reporteras hacían sus trabajos periodísticos.
No creo.
¿Por qué se manifiestan? Parece claro que hay muchas cosas con las que no están de acuerdo con su presidente. Han tomado la calle. Su manifiesto rechazo con actitudes, orientación sexual y etnias ha desembocado en estas explosiones de color masivas.
¿Cuánto durará? Como no tengo ninguna americana a mano se lo pregunto a una amiga.
Me contesta rotunda, desafiante. SIEMPRE.
Al decirlo me mira a la cara con gesto de un: !Qué pasa! .
Yo tengo que recordarle que me llamo Carlos y no Donald, que soy español, creo, y no americano y que, sobre todo, mi pelo no tiene tanta gomina y onda Presley como la del elegido. También, por si acaso, para que vea mi apertura, le recuerdo que la madrina de uno de mis hijos es catalana y se llama Nuria.
Lo digo por si sirve de algo y también le digo que me gusta mucho Bilbao.
Se ablanda al ver que me avengo y lo que más la desarma es que me declaro un imbécil comparado con la fortaleza actual de las femeninas y un débil.
Tómese esto anterior como declaración seria y no como síntoma de engatusar…aunque no estoy seguro, porque yo amo a las mujeres.
En las manifestaciones, mayormente femeninas, ha imperado ese color. Las raíces sufragistas de las manifestantes siguen la estela de sus colegas inglesas. Se enfrentan con un gorro y no con paraguas, son muchas y no como la que acabó muerta a los pies del carruaje del Rey inglés Jorge.
! Cuidado con las limusinas!