>

Blogs

Carlos Pajuelo

Pajuelo: la chispa

ME RÍO DE LAS PISCINAS INFINITY

ME RÍO DE LAS PISCINAS INFINITY

            Son las 7 de la mañana y el Sol ya ha venido sin pedir permiso a nadie, una ligera brisa, procedente de ayer que hizo más fresco, sopla sobre un mar azul integral, unas boyas de color se mecen a impulsos de la pulsación íntima marítima y yo miro un horizonte aparentemente sin fin.

            Digo en el titular lo de infinity porque ,con cierta frecuencia, en la televisión se nos ofrece, como un suplemento definitivo, lo de ese tipo de piscina que no es sino una normal donde no le ves el borde y te da la sensación que no se acaba nunca.

            Es un plus si cabe para el espíritu verla ahí, a lo mejor, en medio de un espacio verde, en plena montaña y junto a un hotel de hasta cinco estrellas.

            Para llegar allí has tenido que coger uno o dos aviones o alargarte unos cientos de kilómetros sobre tus castigados riñones y yo, pensaba y pienso, que aquí he cogido el primer autobús de la mañana y en quince minutos o media hora, según de donde uno venga, o en el coche un ratito y ya estoy en el infinity más inifinity que recuerdo de por aquí.

            Puede ser El Saler, o La Patacona. El agua está fría para mí y me da miedo que me de un algo y, además, ya lo decía mi madre: “Carlitos todavía no has hecho la digestión” Han de pasar tres horas. Me veo a mi mismo protestando porque Juanito, mi amigo, si se ha bañado y su madre no le ha dicho nada. Mi madre es, o sea era, firme en sus convicciones y las hacía cumplir.

            El agua está hoy transparente y es que el mar, de vez en cuando, te dice que es el mismo que el de Ibiza; me mojo los pies y un poco más y miro adelante, entro un poco más y me zambullo y noto como el frío me recorre de golpe toda la espina dorsal y al sacar la cabeza solo veo horizonte y agua. Infinity total a pie de casa.

            Por eso me río yo, para mi claro.

            Está bien para quien no tenga más remedio y algunos euros sobrantes. Con mi bono oro, mi toalla del año pasado, grande y azul, aquí estoy casi solo. Al poco alguno más que quiere descubrir su infinity particular.

            El Sol sigue avanzando y como soy muy blanco de piel no quiero que se fije demasiado en mí. Regreso por el mismo sistema.

            Bocata con algo de bebida y empieza el día. Vivo y es una pena que esto no sea infinity. Hasta mañana. Pásenlo bien sin mayor nostalgia. Aquí también se puede.

Temas

Por Carlos Pajuelo

Sobre el autor

Profesor emérito Universidad, escritor , publicitario y periodista. Bastante respetuoso con los otros. Noto la muy mayoría de edad física. Siempre me acuerdo de aquello de "las horas hieren y la última mata" y para aquel que trate de averiguar que significa esto ; cada uno que crea y piense lo que quiera


julio 2017
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31