LA COSTA GOLFA
PAPEL Y DIGITAL
Multitud de adjetivos jalonan las diversas costas del mundo y en cuanto a los añadidos en España, que yo conozca, las hay con nombres que hacen referencia a su temperatura, a sus aguas. Costa Cálida, Verde, la Blanca etc.
Hay otras costas de nombres raros que incitan al buscador de espacios a ir a verlas y comprobar qué puede haber de verdad en ello. Los aficionados y expertos en el noble y difícil arte de navegar sobre y entre las olas han bautizado una como Roca Puta (Gipuzkoa); es, en este caso, aludiendo a cierta roca, semisumergida y traicionera, situada entre Orrua y playa Gris; hay otra llamada Rompeculos en la playa más extensa de España, en Doñana y denominada así, porque para acceder hay, o había, que bajar por un pequeño cañón que, en un descuido, podía uno trastabillar y romperse el trasero.
La hay más sonoras, como la de Cabrón en Canarias, o la del Conill ( conejo) cerca de Villajoyosa por ser nudista. He de añadir a mi juico alguna más, de toponimia todavía por acuñar, pero que va tomando carta de reconocimiento por las imágenes que las ilustran. Hablo de la Barceloneta y de Magaluf, en Barcelona y Palma respectivamente. Podrían llamarse, en una hermandad mediterránea, Costa Golfa.
Ahora se ha puesto de moda eso de graduarse y debe ser por la influencia americana donde los nenes y nenas empiezan a graduarse desde los tres años y a ese circo se unen abuelos, papas y vecinos para ver a sus nenes hacer monerías, ensayadas durante el curso, y lo venden como habilidades sociales etc.
Cuando llegan a más edad –con su raciocinio mediatizado se van de fin de curso al extranjero– o sea que vienen aquí con la oportunidad de emborracharse, pelearse y practicar sexo ( le llaman hacer el amor) en público. Mientras los respetables vecinos, que son ajenos al beneficio cutre explotador de quienes lo consienten, se quedan ciegos y mudos ante la inoperancia de las autoridades locales. ¿Qué hacer?
Luego exhibimos cifras de record turístico. Que todo sea por la balanza de pagos ¿No?