MORENÉS VERSUS TORRÁ
Acabo de leer que la compañía Boeing ha presentado un proyecto de avión
hipersónico que pondrá Londres y Nueva York a menos de dos horas, menos
que de Valencia a Teruel, por decir un algo, mediante tren. Espero que
los nuevos cargos de Renfe y Adif mejoren un poco la línea y yo pueda
ir a ver a mi amigo José Manuel más rápido y más veces.
Conviene saber que a día de hoy las noticias viajan más rápidas que
ese avión proyectado,
Tal es el caso del enfrentamiento, sin debate, de los Srs. Morenés y
Torrá – el primero como embajador de España en USA y el segundo como
presidente de la Generalitat catalana.
El Sr. Torrá , el mismo que escribe que el resto de españoles, no
catalanes de pura cepa, somos una especie de bestias, mantiene que en
España hay presos políticos y por mucho que cante y se apropie , con
otros acompañantes, en una celebración promocionada por el Museo
Smithsonian “Els Segaors”, no dice la verdad.
Lo que hay son políticos presos. Los que se han pasado la Ley por la
entrepierna, pese a todas las advertencia jurídicas de su entorno del
Parlament y del Constitucional.
La vigente Constitución, recordó el embajador español en Usa el Sr.
Morenés, fue votada por el 90 % de los votantes catalanes en su
momento, más que el resto de los españoles, por cierto.
Por otra parte al parecer el embajador dejó claro, mediante datos
fiables, ajenos al Gobierno español, que nuestra democracia es plena.
¿A que tanto jaleo y tanto intento de presionar?
Al parecer este grano viene durando demasiado y por mucho dialogo que
se pretenda establecer no parece tener cura.
Dejo al margen la cuestión del acercamiento de esos políticos presos a
cárceles más próximas a sus familias, aún sabiendo que su redención
política no pasará por esa aproximación, porque tienen derecho a pensar
como quieran, faltaría más.
Eso del acercamiento es moneda de cambio que aprovechan algunos para
ejercer de intermediarios, caso Iglesias o de apertura de dialogo.
Soy pesimista. Los que quieren republica catalana están en ello y no se
bajarán del “caballito” por mucho Sánchez que lo diga. Deseo
equivocarme.