EL VIAJE SECRETO

Hace unos días El Presidente del Gobierno y su esposa partieron hacia la costa de Benicasim para asistir a un concierto.

A mi me parece muy bien que la música amanse al dignatario, aunque la Sra. Calvo, -vicepresidenta en estos momentos, dijera que era un viaje cultural, lo que no deja de ser cierto. La música es cultura y el hecho de que haya ritmos que gusten a unos más que a otros no es óbice para que sea, como todo lo humano, calificado de cultura.

Se jugó en su momento con la especulación de si era propio, o no, que fuera en Falcón, que costará tanto el ir y venir un par de veces- el avión lo dejó volvió a su base y luego volvió a recogerlo con lo que el asunto se multiplicó por dos.

Al margen de que aquello reportó al ventoso aeropuerto de Castellón ciertos momentos gloria, eso es lo que pasó. Yo diría que con eso se acabó el asunto; pero he aquí que como consecuencia de ciertas preguntas políticas, el viaje ha sido declarado secreto y además secreto de estado. Molt fort, es decir muy fuerte.

Si a eso añadimos la reticencia de facilitarnos los emolumentos que el Instituto de Empresa abonará a la Sra. del Sr Presidente, Doña Begoña, la cosa empieza a adquirir tintes de misterio habida cuenta de las subvenciones que el tal Instituto- hasta ahora prestigiado- recibe, entre otros subvencionadores de la entidad Correos, que, por cierto ,está ahora mismo dirigida por su número uno, a la sazón íntimo amigo del Sr. presidente, recién aterrizado en la cosa postal.

Mientras exhumamos, o no al extinto, hace tiempo, general Franco que ofició de dictador una larga temporada hasta que la propia dinámica de los acontecimientos temporales se lo llevó por delante- o sea que se murió de muerte natural como otros muchos dictadores, pese a que los opositores pensasen en otra cosa que nunca llegó a cristalizar. ¿Prudencia? ¿Canguelo? Nunca se sabrá. Secreto.

La vida sigue y estamos muy entretenidos. Tanto entretenimiento en medio del calor asfixiante y sahariano y con el personal en medio de idas y venidas, atascos etc. “disfrutando” de vacaciones nos sirve para tapar el pensamiento y nos planteamos volver a estas cosas de la administración” cuasi prevaricadora” en septiembre ,o no.

Lo de siempre. Todos igual. Yo me pregunto: ¿Si yo fuera presidente escogería a mis amigos para la cosa pública en plan te hago un favor o echaría mano de los respetados y formados funcionarios de alto nivel con los que cuenta la Administración española? Habría que ver.

A lo mejor todos tenemos un alma generosa para quienes conocemos como puede ser el caso de la mujer de uno. Todo es secreto entre nosotros. Algún día yo me iré de viaje, pero será secreto. Sigo los consejos de la benemérita que dice que no digamos a donde vamos y así los “cacos” no se enteran. Eso.