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Carlos Pajuelo

Pajuelo: la chispa

UN ASUNTO MENOR. LA MICCIÓN CONTROLADA

UN ASUNTO MENOR. LA MICCIÓN CONTROLADA

A favor de las Kelly

Estos días he tenido la oportunidad de asistir como espectador a una manifestación que suele ir acompañada de una cierta indiferencia popular.

Nada que ver con la tan traída exhumación del cadáver de Franco que lleva 43 años en la cripta

Me refiero a esas mujeres que se hacen llamar Kelly y que tiene que ver con su oficio de camareras de piso o trabajadoras de hoteles que tienen la misión diaria de dejar las habitaciones de los hoteles en condiciones para ser habitadas de nuevo. Y ese no es un asunto menor. No lo es para los huespedes, ni para las empresas.

Al respetable en general le da igual mientras encuentren la habitación arreglada.

Según declaran, su carga de trabajo y el poco tiempo para realizarla, las obligan a desplegar una habilidad casi mecánica de puesta a punto de esos espacios y para ello doblan con precisión el espinazo y realizan esfuerzos que derivan en dolores en enfermedades casi crónicas no reconocidas por las mutuas y la seguridad social.

Ellas ya se lo han hecho saber al ex presidente Rajoy que recogió diligentemente un libro en una visita concedida al colectivo en el sacrosanto lugar de la democrática? Moncloa.

¿Qué puedo hacer yo para ayudar, además de decirlo aquí?

He oído que hemos recibido bastantes millones de visitantes; muchos van a hoteles en los que las Kelly laboran.

He observado por experiencia unipersonal que acertar la micción sin salpicar laterales, frontis y demás es un ejercicio táctico de difícil precisión. La dificultad estriba en la altura adecuada y en la puntería de un instrumento de calibres diferenciados , de múltiples circunstancias de la que no es menor la fecha que figura en el DNI del miccionador.

¿Cómo resolverlo sin detrimento de la dignidad del macho alfa que todos llevamos dentro?

Feminizando la tradicional postura de pie y transformándola en sentado. Lo he probado y en la intimidad sacrosanta del lugar, he logrado no salpicar y dejar la última gotita en el “interieur” de la llamada taza. Al margen se evita “espolsársela” con riesgo para los paramentos laterales

Fácil. Con ello creo que contribuyo a evitar movimientos excesivos de las Kelly locales, municipales, comunitarias e internacionales.

Me declaro con los hechos solidario. Tienen mi apoyo. Sé que es un asunto menor para las altas esferas, pero menos da una piedra ¿No?

A sentarse que ya es hora y además es más descansado, no produce stress, ni ansiedad. Lo dejo aquí que me voy a practicar.

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Por Carlos Pajuelo

Sobre el autor

Profesor emérito Universidad, escritor , publicitario y periodista. Bastante respetuoso con los otros. Noto la muy mayoría de edad física. Siempre me acuerdo de aquello de "las horas hieren y la última mata" y para aquel que trate de averiguar que significa esto ; cada uno que crea y piense lo que quiera


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