¿DESPUÉS DE FRANCO QUÉ?

Supongamos que hemos exhumado o han exhumado a Franco ya y que sus familiares han trasladado lo que queda a otro lugar de descanso- que yo no tengo claro que sea descansar el morirse, pero para gustos colores- y que la falsa polémica que ha servido para el postre de la comida diaria de tertulianos y diputados ya se haya acabado.

¿Y ahora qué?

Voy a animar la cosa y lanzar un par de propuestas. ¿Es posible que el presidente sea inocente en si mismo de su tesis? ¿Puede ocurrir que al ser un renombrado político en acción en su día el tribunal haya obviado la lectura completa y la hayan dado por buena?

Lo que pasa que como dice mi amigo Javier Paniagua hoy el asunto curricular empieza a pasar factura hoy.

Otrosí, que dicen los letrados, está el asunto de la Mezquita de Córdoba. Se remontan unos y otros al Rey Fernando para hablar de uso o de propiedad y por ello se abre el melón de la llamada “inmatriculación” de la Iglesia católica sobre unos bienes que por lo visto no estaban registrados amparándose en una ley aznarista, o sea de la mano y del escroto del Sr. Aznar a la sazón expresidente.

Con estos dos asuntos hay para unos jornales y mantengo en la reserva lo de las bombas inteligentes a Arabia Saudita- Son esas bombas que solo matan a los malos y en todo caso allá los que las utilizan, porque como dice el Sr. Sánchez porque lo que hagan otros, más allá de nuestras fronteras, es cosa suya.

El Dr. Sánchez ha diagnosticado. Yo me apunto al diagnóstico. Es de cajón y simple.

Claro que aplicado a otros compromisos que no pasen por la factoría del Sur y sus fragatas en construcción. parece decir. que más allá de los Pirineos por arriba, por el Oeste en Portugal y por el Sur con Marruecos y el resto del continente africano que les vayan dando.

No es tan fácil estimado compañero en el doctorado

¡Toma y toma! Que siempre decía Alonso, cuando conducía coches que llegaban al final.