LA IDENTIDAD
A veces no me reconozco si hago caso de comas mal puestas o de palabras que convierto en palabros, como ayer que debí decir prolegómenos en vez “prologomenos”; cosas de no repasar bien o de ir demasiado deprisa. Pero después de todo creo que esto no afecta a la identidad.
LA IDENTIDAD
El DNI dice quién eres con tu nombre y apellidos, tú fecha de nacimiento, donde vives, tu nacionalidad y tu sexo. Siendo mucho no es nada, no explica como eres. En realidad, si lo pensamos bien, nadie termina de saber cómo es.
Por ejemplo y en el caso de estos días, relacionado con el Congreso, la expulsión del Sr. Rufián desvela nuestro desconocimiento sobre su identidad, pese a los 8 mil euros de vellón que el supuesto diputado se embolsa, en nuestro nombre, cada mes del calendario…y caen deprisa esas hojas.
De Casado tampoco sabemos nada todavía.
Es probable que la formación política en nombre de la cual dice cosas, sí que sepa quién es, pero no lo ha dicho. Puede que pertenezca a la categoría de listillo útil.
En realidad, esto no es nuevo. El fenómeno del llamado demonio del mediodía – tengo una novela bajo ese nombre y creo que debo decirlo, porque es cierto y no hacerlo ataca a mi identidad. – tiene que ver con esa revolución personal alrededor de los 40/45 años.
Es un momento temporal en el que uno se plantea su vida, su trabajo, su país, su propio papel.
Sé que hay personas que no paran de planteárselo cada día y siempre. Son los filósofos.
Las clásicas preguntas de quien soy, de donde vengo y hacia dónde voy, son eternas.
Todo esto viene a colación del caso del holandés Emile Ratelband, un holandés que ha llevado a los tribunales de la ciudad de Arnhem una petición para cambiar su edad legal para que ponga que tiene 20 años menos. (fuente.Magnet)He visto la foto que publican y el aspecto le da la razón.
Argumenta que tiene tanto derecho a ser atendido como los, por ejemplo, transgénero.
Se han dado casos de personas que se sienten tetera, mujer siendo hombres, animales exóticos e incluso a algunos que no se sienten nada.
El hecho es que puede ocurrir que cada día nos sintamos alguien distinto al mirarnos al espejo- No por eso hay que demandar al ayuntamiento o a la Delegación que toque.
Propongo la fundación de un comité de identidad que aclare ¿Quién y cómo soy yo? Está en marcha vía decreto ley.