EL RITUAL
Estos días he pulsado la opinión pública de mi entorno para saber que opinan del ritual de la felicitación como rutina.
Digo de mi entorno, porque no quiero caer en la falsedad de decir que he hecho una encuesta y los resultados los elevo a categoría de resultados totales que afectan a la población y decir, pomposamente, “los españoles opinan”.
Se sabe que este asunto de medir la opinión pública tiene muchos fallos y a veces esos fallos son consecuencia de las tendencias que alberga el equipo que las hace – caso, dicen, CIS y entre otras variables el tamaño y composición de la muestra como su pequeñez , lo que la hace poco o nada representativa.
Habiendo quedado claro que esta muestra mía es una muestra de amigos y conocidos, la pregunta que hago gira alrededor de la costumbre de felicitar.
Atrás quedaron los tiempos en los que determinadas profesiones. como el cartero, el sereno, el basurero y algunos más, se dejaban caer por casa a la hora de comer, mayormente, como dice un amigo mío.
Se contaba con ello casi como con la “apuntá”de las fallas y había gente que no quería dar nada y por no descararse- dar la cara- no abría y cuando ya estaba claro que, tras el segundo golpe de llamada, no abriría nadie y pasaba un poco de tiempo, se volvía a poner la radio y a escuchar el parte o lo que se estuviera escuchando
Pronto estas profesiones se amortizaron y surgieron las postales o las tarjetas de visita con unas felicidades a trepa; estas también decayeron con la llegada del móvil y el mismo mensaje te llegaba a tiras y hoy ha sido sustituido por el Wassap y ahí te endilgan no solo texto sino más o menos bonitos videos.
¿Qué hacer ahora? Ser valientes y no decir nada.
Los que quieres saben que los quieres todo el año y algo más, los que no, les importa una higa que les digan nada.
Hay que acabar con los rituales falsos. Todo el mundo ha convertido esto en una fiesta del consumo. Yo también caigo.
¿Hay que volver a la estrella de Navidad? ¿Hay que recuperar el Belén para los católicos? ¿La Nochebuena entrañable?
Cada uno que haga de su capa una sayo. Yo como liberal lo entiendo y como no quiero caer en el ritual wassapero aprovecho para desearles felices fiestas “urbi et orbi” en plan papal. Muy buenas.