FUMANDO ESPERO
Yo no podía comprender como ella podía esperar “al hombre que más quiero” fumando.
La divina Sara consumía su vida en plan cigarrillo va, cigarrillo viene y es que ahora comprendo, con el paso de los años que la nicotina tiene un punto de adicción total.
La escena en la que los “morritos” sin aditamentos biológicos que “gastaba” Sara era sumamente erótica, decían los que saben de esas cosas para la época y dejaba caer el humo al tiempo que las vocales y consonantes de la canción, de tal suerte que se mezclaban en el aire gris blanquecino resultante de la expiración nicotinosa.
Era un ejercicio de estética golfa que pegaba mucho al espectador del cine Lys, digo lo de este cine porque es donde yo vi a “peli”.
Hace algún tiempo “fabricando” para este diario un suplemento de salud llegó a mis manos un esquema de los componentes de un cigarrillo que me enseñaron en una reunión para y con personas que tenían serios problemas con la respiración y con sus pulmones; era un gráfico aterrador y la visión de aquel dibujo me hizo reflexionar y pase a fumarme de un purito diario a uno a la semana y me costó mucho pasar de fumar el purito semanal a la nada más absoluta.
Sin embargo, acabo de ver una foto de un tipo que salía de una sala de urgencias en un hospital en Rusia, con un cuchillo clavado en la espalda y salía a fumarse un “pito”, dijo que era para tranquilizarse y solo entró cundo le dijeron, en ruso, que aquel podía ser el último cigarrillo de su vida.
La suerte del acuchillado era que la punta del arma había tropezado con un hueso de la espalda del ruso y solo había penetrado dos centímetros
Es un ejemplo de adicción máxima.
Yo tengo cerca gente que fuma como un carretero, se decía antes, y se pone muy nerviosa cuando no tiene a mano su paquete de cigarrillos…yo creo que entra en ansiedad y pese a advertir que eso es como el lento penetrar de un cuchillo sobre los pulmones que al final pasa factura. Nada.
Hay adicciones que matan o por lo menos perjudican y ahí tenemos a los políticos todos nerviosos fumando o tomando café o tila, según el caso, buscando un lugar bajo el Sol de las listas para ser votados. Porca miseria. Me voy… pero no voy a fumar, voy a intentar respirar aire