40 AÑOS EN BLANCO

Una abuela se despierta, una día cualquiera, y no recuerda nada de los últimos 40 años. Ni a su marido. Eso es lo que le sucedió a Kim Denicola, de 56 años, quien sufrió un dolor de cabeza un día en octubre de 2019 y se desmayó en el aparcamiento de una iglesia, pero no recordaba los últimos 40 años.(fuente: las provincias)

Estos días cumplo años, unas cuantas décadas, y al leer la noticia he pensado que no estaría mal olvidarse de muchas cosas, de todo no porque han habido etapas muy interesantes,

Creo que a todo el mundo le pasa lo mismo, aunque también creo, al mismo tiempo y eso es paradójico, que uno cree que solo a uno le pasan determinadas cosas.

Dejemos que cada uno recuerde lo que quiera. ¿Qué es el recuerdo y por qué unas experiencias se fijan más que otras en el cerebro?

Lejos de mi competir con psiquiatras y psicólogos ya que es sabido que suelen tener respuestas para todo, como si fueran tertulianos. No es eso. Todo es simple.

Digo que a muchos de nosotros nos gustaría borrar de un plumazo episodios que no nos han sido gratos y recordar solo lo que nos gusta y retenerlo convirtiendo la vida en una sucesión de experiencias felices.

Como siempre hay algún “sabut” que de inmediato te dice que el dolor y el miedo son dos mecanismos de ayuda al ser humano puestos ahí, quien sabe por quién, para preservarnos de acciones suicidas.

Un mundo sin dolor nos haría más idiotas, dicen. Puede ser pero si a mí no me doliera la muela, una tontería personal, estaría mejor, digo yo.

Claro que enseguida la Asociación o el Colegio de dentistas pondrían el grito en el cielo y me acusarían de terrorista o de asqueroso burgués que quiere liquidar al colectivo del “honrado” médico que te hurga la boca para tu bien- todo hay que decirlo.

¿Será cierto que la señora se ha olvidado de todo? ¿Se trata de una coartada para quitarse de encima al “pesado” de quien dice que es su marido?

¿Es acaso un nuevo paso hacia el feminismo pasivo? ¿Se trata de conquistar de nuevo el afecto y la atención perdida durante los últimos cuarenta años?

Escribo esto a las cinco de la mañana y claro no son horas.

No sé. Son bobadas que a uno se le ocurren. Algunos puede que digan a este le “patina las croqueta” que es un modismo argentino dicho para señalar a alguien que no termina de regir bien. Todo es posible.

En realidad es solo un ejercicio literario para romper manos y darles a ustedes la posibilidad de pensar sobre qué cosas de su pasado olvidaría. Muy buenas.