NO TAN LEJOS
La olla hirviendo de nuestras elecciones generales y autonómicas y el baile demoniáco de nombres que saltan de la A a la Z como si fuera normal este cambio de indumentaria por efecto del cambio climático, nos desvía en ocasiones de algunos hechos que deberían hacernos reflexionar.
Me refiero,por ejemplo, a la detencion del fundador de WikiLeaks en la embajada de Ecuador en Londres donde ha permanecido 7 largos años.
El señor Julian Assange pasó de ser una estrella mundial, al revelar miles de documentos secretos, facilitados por un soldado americano, a ser culpable en Suecia de una violación , a refugiarse en la embajada ecuatoriana de Londres y lentamente irse apagando hasta esta semana que los ingleses lo han detenido al ser expulsado de su refugio.
Los Estados no suelen tener prisa y disponen de muchos recursos.
Hace tiempo que el sandwich acusación en Suecia y extradición a USA pendía sobre su cabeza.
Supongo que el australiano estaba cansado y pretendía, al decir del presidente del Ecuador, montar una especie de tinglado de espionaje en la embajada y no se « portaba » bien, no era un buen chico y se asomaba al balcón a decir cosas e incluso en algún momento pretendía interferir en España con el eterno tema catalán-
Todo esto viene a colación porque la tan cacareada libertad de expresión es una mera cuestión de pantalla liberal cuando de determinados temas se trata.
Durante las campañas de elecciones se dicen muchas cosas y algunas son inciertas o decididamente falsas y es posible que tras el paso del vértigo, del huracan electoral de produzca algún atasco judicial por amontonamiento de querellas.
En todo caso las famosas cloacas del Estado están ahí y las grabaciones, los testimonios sospechosos pueden ser archivados y extraidos como una muela con caries cuando convenga.
Los Villarejos de turno acechan en nombre de otros para usar contra ellos, o a favor de si mismos ,determinadas informaciones.
No es gratuito difamar, o revelar secretos.
¿Se puede ser eficiente en una campaña diciendo solo lo que es cierto ? La lengua debe estar al servicio de la razón…si fuera posible.
Los indecisos somos así.