Las agencias que cuidan de nuestra salud, a través de la inspección de alimentos, lanzan de vez en cuanto alertas. Estos días he leído una que nos advierte del riesgo de chupar la cabeza de las gambas porque contienen ese metal llamado Cadmio y no solo las gambas también los patés ,champiñones, mariscos ,cacao y algunas setas.
Dado que soy de letras he mirado algunos tratados para ver que efectos produce en el cuerpo humano- o sea en mí- y me horroriza pensar que mis huesos, mi cerebro, el estomago pueden estar en peligro.
Yo agradezco a la Agencia de turno el detalle de avisarme. Menos mal que lo hace antes de las fiestas donde no solo debe primar la espiritualidad. El papeo se ha convertido ya en una religión a la que se le da atención en los grandes programas y los medios se ponen “las botas” con sus patrocinadores.
He tardado años en poder disfrutar de las frutas prohibidas de los alimentos para ricos y ahora me ha entrado miedo al ver las gambas de Denia ( además de por el precio al que se venden) o pensar en el toque semisibarita de darle una chupadita a esas cabezas de ganbones o gambas y luego está lo del paté y me refiero al genuino y no a las imitaciones.
Me voy a pasar a las sopas de ajo como mi amigo José Manuel. Escribo esto con dolor de alma, pero creo en la obligación de advertir por si alguien estaba pensando en mariscos etc. Adiós a las gambas al ajillo, a la plancha.
!Cuidado! El cadmio puede estar detrás de esa mala digestión. Estimados amigos ajo y agua. La Agencia lo ha dicho y luego no digan que la culpa la tiene el Gobierno por no avisar. Lo digo en corto para no fatigarles. Estaré atento.
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