Nuevas palabras (papel y digital)

La organización que estudia y selecciona nuevas palabras-concepto para añadir a nuestro posible lenguaje ha hallado una que se denomina “Emoji” . Son esos muñequitos que acompañamos cuando enviamos una nota wassapera con un grafismo que nos retrotrae a la cuevas de Altamira ,en cada pared de nuestra particular cueva dejamos huella de lo que nos sugiere tal o cual persona.

De este modo besamos, nos reímos, nos evadimos, ponemos nuestro corazón a la vista y todo sin despeinarnos ni un pelo. De hecho podemos estar haciendo cualquier cosa y nos despachamos con un Emoji , que viene a ser algo más completo que los “me gusta”; que me he enterado yo que llamas a la India o sin llamar te pides 50 mil “me gusta” y por un módico precio te “marcas el moco” (palabreja en desuso) de tenerlo todo a tu gusto.

Es como un plebiscito personalizado, fabricado a tu gusto. Un ejemplo: Te inventas una opinión, algo así como esto que escribo, la lanzas al mundo y esperas un poco, luego te pides un capazo de “me gustas” al “curry” y ya estás y un poco más y te has convertido en influencer que es otra palabreja curiosa.

Y así van las cosas. Hasta hace poco a las gentes de mi generación, que van desapareciendo, les decías, por ejemplo, “me duele España” y los tipos sabían de lo que estabas hablando y movían la cabeza si estaban de acuerdo contigo o sonreían con cierto aire de superioridad porque te estaban, a lo ,mejor, llamando antiguo o facha ,que esa palabreja no ha pasado de moda, ¡Que cosas!

Por lo tanto y ante la cascada de autonomías presentes, ausentes, potenciales, con historia o no, que se avecinan conviene ser discretos, recatados incluso y si en el pecho usted guarda una sensación de cierta incomodidad, tendrá que aguantarse antes o trabajarse la nueva geografía para decir no ya me duele España y precisar que parte le duele más.

Por ejemplo podrá usted dolerse, a la par que quedar bien diciendo : “Me duele Zamora” ( esto lo digo porque tengo un amigo de allí y quiero quedar bien con él). También le puede doler Soria o Teruel, aunque esta última ya existe. Todo es dolor.