INSTRUCCIONES PRIMERAS PARA UN PELOTA
(Primera y a lo mejor única entrega)
Dicen que ahora vienen tiempos duros y que hay que dotarse de instrumentos mentales para conseguir una cierta estabilidad laboral y que más que un máster, que cuesta mucho dinero y que ya han proliferado tanto que no es tan interesante como antes, lo que conviene es aplicarse al llamado “mamoneo”.
Se sabe, por histórico ,el refrán aquel de “quien no llora no mama” y debe ser cierto si lo aplicamos a los bebés que reclaman, su sustento único, casi, a fuerza de marcarse unos llantos de morirse y de esta forma las mamás que estén en ello se aplican a darles la teta.
Por cierto, hay mucho revuelo por el lugar dónde se ofrezca al nene la mamada correspondiente. Hay un movimiento de libertad para dar de mamar donde lo necesite el bebé y otras gentes están por considerar ese un acto íntimo ,por el que hay que situarse en un lugar a salvo de miradas lujuriosas, que se ve que de eso hay mucho.
Dado que el que está en edad de merecer, laboralmente hablando y necesita consolidarse o mejorar sus estatus, ha de competir con otros que tienen un currículo igual, o mejor, que el de uno, hay un camino histórico, tradicional y asumido como normal y es de formarse como pelota y destacar en ese proceloso mundo; un mundo con mucha competencia también.
Ahora con la cosa política desmadrada y en momentos clave de distribución de cargos de menor nivel que el de vicepresidente, hay que estar preparado.
Lo primero es estar cerca del jefe y dejar caer alguna frase corta pero decididamente buena,
Para ilustrar esta situación me permito recordar aquí un sucedido.
A la sazón había un ingeniero jefe en una factoría cercana a la noble y dos veces leal ciudad valentina o sea aquí, que gustaba de jugar al frontón, instalado en la propia fábrica, y algunos empelados bajaban y de vez en cuando uno se dejaba caer con una frase del estilo “muy conseguida D. Fernando”, refiriéndose a una jugada y así durante un invierno entero y luego se supo que el “pelota” había tenido un trato de favor que se reflejó en una mejora del estatus.
Como a lo mejor en su oficina ya no se fuma, no hay frontón etc. el asunto se pone difícil.
¿Cómo mamonear adecuadamente? ( uso la palabra “mamoneo” por que es la aplicación moderna, se ve, a lo que yo llamaba “peloteo”).
Imaginemos que es la hora del café y usted, aunque no le apetezca, decide dar un paso hacia la promoción personal.
Entonces pasa usted cerca del “baranda” ( vocablo cordial y popular aplicado al jefe) y se deja caer con un : ¿Un café D…( aquí va el nombre del otro)? ¿ Una o dos cucharadas de azúcar?
Sin azúcar- contesta el otro. No da las gracias porque hay que mantener las distancias,-piensa el otro; demasiada confianza debilita el liderato. Esto último lo aprendió en un máster de media y alta dirección, en un curso avalado por siglas.
Aquí tiene jefe- llega ya el pelota con el café.
Está bien lo del azúcar hay que cuidar la línea…aunque a usted no le hace falta, ,( aquí una pequeña sonrisa de confidencialidad forzada).
De inmediato se retira “el pelota” para preparar la próxima jugada del “mamoneo” ,que puede ser una consulta por un texto, una cifra, una solicitud de aclaración de una duda.
Ese es el camino del éxito. Por ahí se puede llegar a una Secretaría o a una asesoría.
¡Ah! Eso sí. No hay que decaer. El mamoneo requiere destreza, rapidez, una cierta calma para que no se le vea el plumero al “pelota”.
Perdón me retiro. Voy a por café.