LAS URGENCIAS
Valencia. La saturación del hospital La Fe que ha llevado a que durante las últimas jornadas decenas de pacientes se hayan quedado sin poder ser ingresados en una habitación propia continuó durante el día de ayer. Esta delicada situación ha llevado a varios trabajadores a denunciar de forma pública un colapso que ha afectado incluso al área de observación de pediatría del centro, en donde tuvieron que instalarse pacientes a la espera de que se desbloqueara alguna de las habitaciones disponibles para ser ingresados.(FUENTE: LAS PROVINCIAS)
Siendo cierto lo que aquí se dice o denuncia ( como reclama la UGT haberlo hecho ya en 2015) conviene señalar que esto no solo pasa en La Fe nueva ( nueva, pese a que ya lleva algunos años en funcionamiento) también ocurría en la antigua y ahora sigue ocurriendo en cada una de las salas o puertas de urgencia de todos los Hospitales de esta ciudad nuestra de Valencia.
¿Por qué ocurre esto y ocurre desde hace tanto tiempo?
No solo sucede porque hay escasez de personal y de personal especialista y eso sería, en todo caso, una cuestión que sobrevuela el tiempo y en el que las diferentes administraciones no han podido resolver bien por falta de presupuesto o por exceso de demanda.
¿Entonces?
Ocurre que las urgencias son tomadas al asalto por ciudadanos que tratan de evadirse del sistema de la cita previa y de la espera en los diferentes consultorios y toman el camino más sencillo, para ellos, de acudir a urgencias sin que realmente, en muchos casos, sea urgente esa presencia allí, dado que bien podían esperar a que les tocase el turno correspondiente.
Personas que, por un simple resfriado, un dolor tipo lumbago producido, vaya usted a saber, a lo mejor por una postura inadecuada, gentes que por un prurito no dejan de rascarse, un dolor de cabeza persistente etc. son capaces de permanecer en las salas de espera de esas urgencias 8 o 9 horas y así de paso(testimonio recogido por mi en una visita de campo en el que he tratado de “pegar la hebra” y lo he hecho con una señora que estaba relativamente bien y que solo le dolía un poco el costado derecho) “me hacen una analítica” y me ahorro el ir al médico de cabecera, que me haga el volante y volver otro día
Por eso tendríamos que reflexionar como ciudadanos sobre la necesidad real de acudir a Urgencias, pensar si efectivamente ese es el mejor camino o tendríamos que ser más “honrados” y asumir que esas instalaciones deben recuperar su auténtico sentido de urgente . Yo el primero.
No sé si puede haber una solución en eso que se llama “triaje” y que allí a alguno de los que acuden sea devuelto a su casa por no considerar urgente la consulta.
Sé que hay un miedo instalado en quienes atienden para evitar posteriores reclamaciones o problemas.
Este asunto de las urgencias es extensible a otros problemas parecidos, pero : ¿Quién le pone el cascabel al gato?