DIARIO DE UN ENCIERRO (3 Y CASI 4)

Antes de empezar a contarles mi particular visión , muy personal, del encierro o confinamiento en los domicilios, que yo auguro que será para una temporadita, debo confesar que me lo tomo en serio, pese a que algunos me reprochan que me lo tomo a broma. Será por como lo digo o escribo.

El defenderse de la sobreinformación y así evitar caer en estado catatónico de pánico” in crescendo” es el máximo de humor posible sin molestar u ofender a nadie.

Es una muralla o una barrera que detiene el sentimiento de que no nos terminan de decir toda la verdad, o que han llegado tarde.

¿Quiénes? Todos

Dicho esto, todos estarán de acuerdo que ahora mismo lo único que importa, según aparece en los medios, es el dichoso y maldito corona virus.

Comentaba que cada mañana quien esto escribe y firma. se hace unas posturitas frente al espejo en plan “dale a tu cuerpo alegría Macarena” y como no soy mi admirado y ausente Antonio Gades, las realizo en privado para evitar el ataque de risa de mi entorno.

Hoy me he pasado un poco en las contorsiones y me ha dado un pinzamiento de costado que me ha producido un dolor que continua.

Hace algún tiempo me trajeron unos amigos de Asia una especie de ungüento tipo “tigre”, de color calabaza en un tarrito que cuando te lo aplicas te da calor y hoy me he dado el ungüento, que huele bien. Y me he deslizado más allá de lo necesario y en este momento matinal postural sufro de ardores en el casi escroto, pero no me puedo rascar, ni tocar por decencia .

Cosas que uno hace para aliviar el dolor en general y ese del costado en particular.

Tras un copioso desayuno. por si viene la hambruna por falta de abastecimiento. me lanzo a escribir o mejor primero leo lo que dicen del corona y como veo que siguen igual o más, me retiro de la consulta mediática y me centro en mi tratamiento del encierro.

Me duelen las palmas de las manos por el asunto del aplauso diario. ¿Va a durar mucho lo del aplauso? Yo creo que si seguimos aplaudiendo se perderá el efecto sorpresa.

Luego a mucha gente le da por entretener a los vecinos dicen y se ponen a cantar o a tocar, con diferentes grados de calidad , en el balcón.

Enfrente de mi casa hay una señora que hace coro con su marido y tratan de cantar a dúo y lo hacen regular, me sabe mal decir que lo hacen fatal . Mejor harían como esa casa de comidas que he leído hoy en este mi diario (me refiero a LAS PROVINCIAS) que emplean su dinero y tiempo en ser solidarios con los mayores llevándoles la comida.

Un detallazo sobre todo ahora que no abundan.

Cuando estaba reflexionando sobre que contradolor o que libro escoger o seguir con mi nueva novela, llega mi mujer con una cacerola dándole y al preguntarle que hacía me ha contestado que se estaba entrenando para el día siguiente que se ve que hay otro acto halconero.

Es para decirle al emérito que devuelva la pasta que dicen que se ha puesto en una cuenta suiza y que luego le ha regalado a una amiguita en plan “toma 65 millones de euros cariño”

¿Que habrá hecho la tal Corina- creo que se llama así- para generar esa ola de confianza total?

Yo a la edad del emérito (por cierto, yo también soy emérito, pero en plan universitario que es menos que coronario)comprendo que el royal premie ciertos favores, si con esos logra alcanzar el objetivo piramidal que ya es difícil de conseguir de forma natural.

Perdón eso le corresponde contarlo a mi colega Peñafiel que tiene enfilada a la casa real.

Luego si además los dineros no son de uno. se es más alegre en la dadiva, dicen.

Vaya ya me ha vuelto a pasar. Estoy en las más de 600 palabras y todavía no he dicho apenas nada.

Añado finalmente que me ha disminuido el calor en las ingles y me sonrojo porque mi mujer me dice que si no me da vergüenza en contar esas intimidades.

Yo le contesto que no.

Que más vergüenza tendrían otros y están sentados en el Congreso de los Diputados y además nos emiten decretos que nos hacen temblar.

¿De dónde van a sacar la pila de millones y sobre todo cuando los empezaremos a pagar los confinados, por muchas piruetas rocieras que me marque yo por las mañanas?

¿Qué libro voy a escoger? Mañana más… a lo mejor.