DISCURSOS Y APLAUSOS
Estos días vivimos un tiempo de expectativas basadas, entre otras cosas, en el tiempo que va a durar la llamada pandemia y leemos todo tipo de anuncios sobre su duración.
Los científicos están por llevar la cuestión hasta finales de Mayo o mitad de Junio y para demostrarlo nos enseñan unos gráficos en plan campana y con unos puntitos nos dicen lo que ha hecho China, lo que venimos viendo hace poco en Italia y nos enseñan a Korea del Sur como ejemplo de lo ideal y también a Singapur.
Aquí estamos confinados con cierta provisional mansedumbre encogidos por el miedo y entreteniéndonos cada uno como sabe.
Entretanto vamos aplaudiendo a diferentes horas, con mayor o menor entusiasmo, a los equipos sanitarios y otros equipos al tiempo que soportamos que un diputado, dicen, de la CUP sugiera que se tosa a la cara de los militares para que se contagien y no vuelvan a Cataluña y otra diputada podemita poniendo a caldo a D. Amancio Ortega porque ha donado dinero y mascarillas para ayudar, encontrando como respuesta la del Sr. Iglesias- el rompedor de cuarentenas propias- acusando veladamente de no pagar los impuestos totales de sus negocios al Sr. Ortega.
El Rey dice que estamos unidos y que debemos preservar esa unión, al margen de la cacerolada antimonárquica por lo de su señor padre de un asunto del que no hizo mención curiosamente. Lo comprendo-. Meterse con el padre de uno da grima.
El 27 de Febrero hubo una magna reunión para fijar el sistema de seguridad por el 8 de Marzo y en ese momento ya se anunciaba que habría una escalada e incluso un crecimiento fuerte en algunas zonas del país del corona virus. En la reunión dicen que no había nadie de Sanidad,
¿Por qué no se hizo caso y se suspendieron las manifestaciones y se dio la orden el 27 de febrero, día de la última reunión de la Junta de Seguridad?
¿No pesa sobre la conciencia del responsable último, él que sea, las más de 65 manifestaciones que se hicieron en la Comunidad de Madrid que pueden estar conectadas con el contagio mortal?