>

Blogs

Carlos Pajuelo

Pajuelo: la chispa

RUTINAS. DIARIO DE UN ENCIERRO

RUTINAS. DIARIO DE UN ENCIERRO

Todos te aconsejan, todos te invitan a hacer ejercicios- que por cierto nunca has hecho- a establecer rutinas y te lo dicen porque ellos dicen que caerás en una depresión de la que no te salva ni Spielberg – por poner algún nombre que te venga a la cabeza, aunque también puedes poner otro como Felipe VI o algún político que te caiga bien, si fuera el caso.

Oiga y si no tengo ninguno que me venga al caso ¿Qué hago? Ni idea. No se da usted cuenta que yo no formo parte de los consejeros al uso que se pasan todo el santo día ofreciendo fórmulas y que se han convertido en influencers sociales.

Influencers es una palabrita que se ve es de origen inglés o a lo mejor no. Tengo que buscar su etimología.

Parece ser que son unos tipos – no digo tipas que siendo inclusivo que dicen ahora, me suena mal o despreciativo y entonces me quedo con tipos ¿No es mejor?

Se ve que se pasan el día enseñando ropa, perfumes, tendencias y dicen que ganan unos dineros con eso, ¿Será verdad?

En realidad, además de lo que yo pienso el más, o mejor, la más influence que yo conozco es mi mujer que me compra unas cosas estupendas que luego no me pongo demasiado porque, soy un timorato de la posguerra, se estropean.

Esta confesión me lleva a acordarme de mi amigo Pepe- que Dios tenga en su santa gloria que ahora que lo pienso ya son demasiados los que deben estar en su santa gloria, que le decía a su mujer, cuando descubría en lo alto de un armario unos paquetes y le preguntaba.

Ella decía que era una vajilla sin estrenar y ´él le preguntaba si era por si venía el Rey a cenar. A mí daba mucha risa porque mi madre era parecida.

Yo creo que eso es de la posguerra y tal como vamos nos vamos a tener que acostumbrar a no gastar por no tener que gastar.

Un ejemplo más de mi querido Pepe era el “estar a la pasa” que consiste en sentarte en algún sitio, sin consumir nada o si acaso algo, un café, por ejemplo, y ver como pasa la gente y si eres muy creativo a tratar de adivinar a que se dedica el que pasa. Es barato.

Yo le decía que ese sistema era de muy antiguo porque en los pueblos la gente se sentaba al fresco en unas sillitas de enea o si eras más rico detrás de una ventana que tenía unos visillos bordados, que te había hecho la costurera.

Por cierto, eso de los visillos me llamó mucho la atención en Holanda, y en algunos pueblecitos de Bélgica, que no tenían rejas y estaban las ventanas a ras del suelo y podías, si eras curioso, echar un vistazo a través de sus visillos.

¿Dónde estaba? ¡Ah, sí! En la cosa rutinaria en casa.

Por ejemplo, el otro día me enteré de que no se podía subir a la terraza comunitaria a ver el cielo, que ahora está muy limpio, porque pasaba un helicóptero, que miedo, y por unos altavoces te conminaban a salir de ahí, que estaba prohibido.

Por una vez estoy de acuerdo con Pablo Iglesias que, convertido ya en casta, se alegraba de tener una casa con jardín, porque así podía hacer lo que todo el mundo jugar con sus niños o con su mujer si es que ella juega con su confinamiento encima.

Creo que tiene el jardín desde que entró a “trabajar” en la política y lo combinaba con su pareja que también entró en eso de la política en una pareja perfecta y si alguien les preguntara por eso del jardín seguro que dirían: es que “podemos”.

¿Entonces usted que hace?

Usted que hace, me puede preguntar alguien. A mi gusta, o me mola (a elegir) escribir (esto es un ejemplo), luego escribo una nueva novela y estoy atascado porque tengo un cura en la puerta de una Iglesia dando consejos, es lo suyo, y estamos en la guerra civil (llevo un par de libros escritos ya sobre este tema en concreto y puede que se haya convertido en una obsesión. Tendré que hacer algo porque corre peligro. Todos en un aguerra corren peligro. Se lo preguntaré a Fernando o a Miguel o a Josemaría que están como yo a veces, obsesionados con sus neuras particulares)

Otra rutina que yo tengo de mucho antes es leer, leer mucho y varios libros a la vez; quiero decir a la vez, pero no paso de uno a otro al mismo tiempo. Lo digo porque hay gente que enseguida me dirá que estoy loco, cuestión por cierto que tampoco descarto y haría usted bien, querido lector, en no “descartarlo en un per si de cas”.

A mi se me daban bien las clases de literatura y mal el latín y las matemáticas. En realidad, en 4º de bachiller yo estaba enamorado de mi profesora particular, que me puso mi padre, de latín e iba a clase con mucho ánimo; en cuanto a las matemáticas estoy casado con una profesora del ramo y estoy empeñado en que me explique los determinantes y los conjuntos y se hace la remolona. Ya veré. No soy nada influencer de esos.

No se dejen arrastrar por las rutinas que les aconsejen. Pronto me iré a comer y me tomaré una cerveza que me han desaconsejado, pero para compensar la tomaré con un algo de verduras.

Creo que me voy. Me voy a sufrir mis quince minutos de informativos y eso lo hago porque creo que un periodista debe estar al día…al día que le dejen, claro; porque por el camino que vamos lo único que se podrá escribir será aquello que nos hacían decir cuando éramos pequeños o sea la M con la A se dice MA y si lo repites dos veces MAMA.

Mañana más…a lo mejor.

Temas

Por Carlos Pajuelo

Sobre el autor

Profesor emérito Universidad, escritor , publicitario y periodista. Bastante respetuoso con los otros. Noto la muy mayoría de edad física. Siempre me acuerdo de aquello de "las horas hieren y la última mata" y para aquel que trate de averiguar que significa esto ; cada uno que crea y piense lo que quiera


abril 2020
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
27282930