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Carlos Pajuelo

Pajuelo: la chispa

EL CASO DE LA BARRA DE HIELO/ DIARIO DE UN ENCIERRO

EL caso de la barra de hielo/Diario de un encierro

Antes de poner negro sobre blanco el interesante asunto del titular (un sucedido de verdad) no tengo más remedio que estar de acuerdo con la enfermera, que me ha llamado indignada, por comprobar hasta que punto somos indisciplinados en esto de cumplir algunas órdenes dadas por el Gobierno, en materia de desconfinamiento o desescalada (interesante vocablo).

Los padres, las madres, las tías, las primas, los hermanos mayores (si me he dejado algún familiar póngalo ustedes) han llenado las aceras, algún parque y el cauce del río verde, que te quiero verde, y lo han hecho con cierto mogollónamiento (que vendría a ser sin mascarilla y muchos juntos, sin guardar la debida distancia) e incluso varios, algunos, muchos, “papeando a la sombra, intentando recuperar la Pascua perdida e intentando evitar la letra de la canción de Sabina “¿Quién me ha robado el mes de Abril? Es momento de un latinazo “MULTITUDO NON EST SEQUENDA – NO DEBE SEGUIRSE A LA MULTITUD.

¿Habrá rebrote?

Lo que hay es un “rebote” entre las llamadas autoridades que si son católicos se santiguarán y sí son ateos o agnósticos dirán algo + un taco “ad hoc”.

O sea que, si es verdad todo lo que nos han dicho estas 5 semanas,5, acerca de la letalidad del virus maldito, vamos arregladitos (por cierto, se está dando, como siempre, la discusión si es femenino o masculino, si será el corono o la corona, como si a alguien le importase de verdad el género del “visitante indeseado”).

¿Y lo del hielo qué? Ya voy.

He dicho lo de la actualidad y como del futuro no sabemos y está por escribir, voy al pasado.

Al mío en concreto que no es que valga para la Historia, pero si para la mía que vaya usted a saber si lo que estudiamos o leemos será verdad o no. Me permito una ligera digresión, con permiso de mi amigo Javier que dice, con razón, que me voy por las ramas.

Cuando leemos que el Rey Católico o Cristóbal Colón o Azaña dijo tal o cual cosa yo pregunto. – ¿Había allí a pie de cama, o junto a sus labios, alguien para después hacerlo letra impresa? Siempre se ha dicho, que la historia la escribe el vencedor. Ustedes mismos juzguen.

Elucubraba yo con este asunto, cuando sonó el teléfono (¿o mejor fui yo quien llamó? …no me acuerdo. Me falla la memoria, pero qué más da eso, porque no cambia la historia que voy a contar)

Era mi amigo Marcos, con el que mantengo conversaciones largas y amenas acerca de un tiempo `pasado que no fue mejor, pero estuvo bien y devenimos en hablar de toros y sus anécdotas, cuando le conté la interesante historia del trompeta. Veamos.

En mi adolescencia + un poco más, había en la esquina de mi calle , en un chaflán; un peluquero en una peluquería grande- ahora sería un salón- una familia dueña del negocio que tenía varios hijos y uno de ellos tocaba la trompeta – yo creo que quería parecerse a Louis Armstrong y cuando menos te lo esperabas, normalmente las mañanas temprano de los domingos, siempre sorprendía, pese a medio esperarlo, y te llegaba el sonido metálico de su trompeta, que llenaba de música el barrio y solía disgustar a las mamás que querían que sus nenes durmieran más.

Por cierto todas las mamas de la época querían que durmieras más y comieras más, para que ellas pudieran evidenciar que su hijo estaba sano porque se creía que la gordura y la salud eran parejas ( cosas de la posguerra); las mamas de ahora me han dicho que son distintas, no me refiero a las otras que, claro, ya no están entre nosotros, sino diferentes en cuanto a formación con “la tabarra” de los alimentos naturales, la verdura con un cierto toque de veganismo y también las hay que le “endilgan” chocolates, bollos rellenos etc.

¡Vaya usted a saber si lo que hoy es malo mañana es fantástico!

El caso es que el trompetista era muy aficionado a los toros, pero su padre ya tenía bastante con alimentar a su familia como para darle dinero `para una entrada, aunque fuera la más barata para la Plaza de Toros.

Yo no sé si el futuro Armstrong del barrio sería un as del instrumento, pero afirmo, aquí y ahora, que era listo como el solo y no sé de dónde sacó la idea, pero se hizo con un método de entrar gratis a la Plaza único (por cierto, gracias a la conversación con mi amigo, he descubierto otro del que él me ha dado cuenta y que no sabemos si todavía se usa).

Había llegado a un acuerdo con un fabricante de hielo de la zona y cada vez que había corrida se hacía con una barra de hielo que llevaba al hombro envuelta con una arpillera (no sé si iba andando, hay un trecho largo, o se subía a un tranvía con jardinera )y llegaba a la Plaza donde destapaba la arpillera dejando la barra de hielo a la vista y por la puerta de servicio (en Valencia junto a las taquillas, dejando el coso a la derecha) y con gran seguridad y galanura no decía nada y entraba y, eso sí, daba un cabezazo serio de camarada ( hoy colega )al portero .

Estuvo bastante tiempo así…pero un día otro portero lo paró y le preguntó que adonde iba y cuando contestó que era del hielo el portero le informó que las neveras eran eléctricas y que ya no usaban hielo. No le dijo nada, lo dejó pasar esa vez y él dejo la barra del hielo a un lado. Eran otros tiempos, Menos dinero, pero más humanidad (a lo mejor ahora volvemos a lo mismo). No me lo pregunten a mi que no soy economista, como el Sr. Sánchez, pero no hace falta ser Einstein para darse cuenta de que esto no va.

Vuelvo al hielo.

Mi amigo Marcos me ha comentado otro sistema.

Yo lo sé y lo he guardado para otro día, no se me vaya a acabar el hilo de este encierro, aunque dicen que el 2 de mayo nos van a dar suelta. Raro me parece a mí. ¿Por qué?

Por la explosión infantil-paternal que ha sucedido hoy (aunque lo publique mañana lo escribo hoy). No sé si seguir mucho más porque a este paso me voy a sacar de la manga un librito titulado “Memorias de un encierro” por Pajuelo “el extenso”, por la longitud de mis escritos.

Hasta mañana…a lo mejor.

Temas

Por Carlos Pajuelo

Sobre el autor

Profesor emérito Universidad, escritor , publicitario y periodista. Bastante respetuoso con los otros. Noto la muy mayoría de edad física. Siempre me acuerdo de aquello de "las horas hieren y la última mata" y para aquel que trate de averiguar que significa esto ; cada uno que crea y piense lo que quiera


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