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Carlos Pajuelo

Pajuelo: la chispa

LA DESESCALADA/FRAGMENTOS DE UN ENCIERRO

LA DESESCALADA/ FRAGMENTOS DE UN ENCIERRO

Hace tres días que no me asomo por el digital de este noble periódico o ¿son dos? . Y es que he perdido la cuenta tras tanta noticia, desmentido y vuelta a empezar.

He llevado relativamente bien la llamada fase 0 e incluso la 1 pero teniendo a la vista la 2 y pronto el encuentro con la tercera fase, confieso que me he debilitado. No soy el que era y me encuentro ligeramente “descangallé”, mejor no mentir. Estoy hecho polvo. La cosa anímica me resiste, pero las “gambas” sujetadoras, o sea las piernas no me las siento.

No soy el que era, no me siento las piernas y no como ese joven de Sagunto que ha recibido el sobrenombre de “Rambo” y que anda medio perdido por los montes de nuestra Comunidad según vas hacia Madrid a la derecha, huyendo de la Ley, porque por lo leído ha robado e incluso disparado a alguien con la fortuna de no dar en el blanco.

En las fases 0 y 1, cuando estaba el miedo en el cuerpo y las gentes se miraban de soslayo y pese a las dudas de si Si o si No usar las mascarillas y ante la fila de féretros que nos han enseñado me parece haber percibido un comportamiento huidizo de unos y otros, sobre todo de unos y otras.

Nos teníamos más miedo y para cuando llegaba el Dr. Simón el escroto en general y el mío en particular producía una fenomenología no estudiada, creo. Había una jibarización ( de los jibaros que reducían las cabezas por métodos de interés clínico. Para acabar la fiesta jibara llegaba el Sr. Sánchez y nos largaba un mitin aburridísimo que incitaba al sueño. Era como dos orfidales.

Seguro que él volvía a su amada Moncloa o lo hacía desde allí no fuese a ocurrir que al volver se encontrara con Iglesias sentado en su sillón, Cosas más raras se han visto.

Yo no había visto el mar desde la primera alarma y ahora en la sexta sospecho que el respetable se lanzará a pasear y pese a que todos los medios se han encargado de decirnos lo que se puede hacer o no, yo creo que hay lagunas que rellenar.

He leído que el Sr. Grezzi tan aficionado a parcelar, acotar, acortar paradas, calles, avenidas y lo que le pongan por delante ha renunciado a vigilar ,como se dijo antes, las playas argumentando que como son tan anchas ahí cabe todo Dios o a lo mejor ya ha cambiado, aunque esta noticia viene en mi diario Las Provincias.

Uno no está seguro de nada con este señor que cambia tanto. ¡Le sugiero que esté quieto y que trabaje en la “pasta” que le han birlado en Hong Kong y traslade sus genialidades a bordo de un C1 de reciente implantación en plan intercambiador!

Un ejemplo de duda razonable es el dejar toallas y otros artículos propios de bañistas como son sillas, sandias en la nevera y algunas cervezas y las famosas croquetas de mamá o de abuelas en la arena.

No debe haber familia española que se deje atrás unas croquetas – a mi me gustan de jamón, por cierto- para un momento aperitivero junto a una cerveza bien fría.

Como esto no lo tengo claro, he pensado que una formula adecuada, sencilla y solidaria es contratar a una persona que te ofrezca confianza y tenerlo allí, junto a los enseres.

Por otra parte, como tiene que estar de pie todo el día no me parece solidario. Lo comento en casa y me dicen que si no he leído la noticia – añaden una coletilla “ ¿Ah, ¿no?, como lees tanto-“ lo que me pone mosca y me digo que no está el horno confinatorio para bollos y es que ha habido ya unas cuantas peticiones de divorcio y se ha repartido papeletas con el sello de “ojo peligro de discusión. Yo no discuto. Me rindo a la primera. No sirvo ya para marine.

Vuelvo a la noticia. Por lo visto se ha dado el caso de un tipo al que le contratan como repartidor y ese primer día desaparece con la mercancía(frigoríficos, encimeras y hasta un televisor de todas las pulgadas del mundo).

Al final lo han encontrado y se ve que era jugador, aunque no se sabe si es que debía dinero y él había usado la mercancía para pagar una deuda o no; solo se sabe que ya han encontrado la mercancía colocada en alguna cocina y se han encontrado dificultades para recuperar el material.

Em mi caso playero la cosa sería menor. Se llevaría algunos bocatas y la sandía que pasa un “egg” y un par de camisetas que tengo yo de repuesto muy amplias, para disimular los excesos de los últimos 50 años, por decir algo y que siempre van al mismo sitio, creando unos lomos que parecen farallones inexpugnables.

No me fío de mi mismo en esto de la desescalada y no sé si esperarme hasta que todo desaparezca incluso la gente. Eso o ir a ver amanecer que también es bonito porque no solo es una cuestión estética hay un trasfondo existencial o sea que estás vivo y eso ya es un avance. Me quedo observando y ya les contaré mañana o pasado mañana…a lo mejor

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Por Carlos Pajuelo

Sobre el autor

Profesor emérito Universidad, escritor , publicitario y periodista. Bastante respetuoso con los otros. Noto la muy mayoría de edad física. Siempre me acuerdo de aquello de "las horas hieren y la última mata" y para aquel que trate de averiguar que significa esto ; cada uno que crea y piense lo que quiera


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