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MAMÁ MERKEL Me refiero a la premier alemana con todo respeto y consideración. La llamo así porque por su aspecto, lejano a la coquetería y cercano a la sencillez genera atención , benevolencia Y CREDIBILIDAD . He recibido ayer una grabación ,la he recibido a través de esa fuente , generalizada, de wasap en la que en un largo discurso en alemán con subtítulos en español y sin parpadear siquiera, tocada con un vestido de color azul y  sin gestos fuera de lo corriente, la señora Merkel se dirigía al pueblo alemán como quien habla con sus hijos, o con sus vecinos. Lo hacía mediante un tono corriente, sin dramatismos, pero con un contenido muy simple , muy serio y relacionado con lo que está pasando en torno a la amenaza del virus y creo recordar que decía: es la primera gran crisis desde la reunificación de las dos Alemanias, luego, de inmediato rectificó y se refirió a la segunda guerra mundial ( un asunto que siempre causa cierto resquemor o sarpullido en el oyente germano y en algunos otros) y repitió un menaje conocido por todos, no siempre practicado, acerca de la necesidad de asumir este asunto como un reto colectivo y personal. Hablaba de la disciplina del pueblo alemán puesta  a prueba en múltiples ocasiones. Y así siguió durante bastantes minutos. Al oír a la premier alemana me preguntaba en que nos diferenciamos como pueblo de los alemanes y en que se diferencian los mensajes de esta dama, comparados con los que emitimos nosotros o mejor con los que recibimos nosotros los españoles- incluidos vascos y catalanes- por si cupiera alguna duda. Como somos gentes del Sur nos decimos a nosotros mismos, como esa canción de Julio Iglesias en una estrofa de “Soy un truhan , soy un señor”Me gustan las mujeres y el vino” Pues si. He podido constatar que en el caso de los alemanes, en ese campo, no son tan distintos. Habría que darse una vuelta por Munich , Berlin o Hamburgo o Palma de Mallorca.  ¿Es incompatible esto con la disciplina y el hacer caso a las recomendaciones? Decimos de […]