• CORTARSE LA COLETA
    Papel y digital
    Yo de Asia lo espero todo y me asombran muchas de sus costumbres. En realidad, no he estado allí y he mirado mi agenda temporal y creo que no voy a tener tiempo para irme a China, ni al triángulo de oro de la droga, ni al super tecnológico Japón y desde luego a la India menos.
    Por ejemplo, esta noticia, que tengo la costumbre de coordinarla con otras coletas nacionales, me asombra.
    El vietnamita es como el personaje bíblico Sansón.
    A sus 92 años, Nguyen Van Chien, tiene claro que no se va a cortar nunca el pelo. “Creo que si me corto el pelo me moriré”, que recoge su pelo en una coleta de cinco metros y cerca de dos kilos.
    Ahora hago una transferencia mental y me pregunto: ¿Le pasa lo mismo al Sr. Iglesias o a los que, con su barba, la asumen como un signo, para muchos, de izquierdismo militante y dejo al margen a quien la lleva por comunidad o por problemas cutáneos?
    Ya está Pajuelo sacando conclusiones de una tontería. No señor.
    En la coleta puede residir la identidad y pregunten a los toreros cuando deciden cortarse la coleta porque huele a retirada.
    No al Sr. Ponce no es momento, porque parece que está en otra historia diferente al mundo de los cuernos.
    En su momento dedique una columna larga al cambio de coleta por moño en el Sr. Iglesias y señalé que quizás eso fuera el principio de algo que solo Freud sería, digo, capaz de interpretar.
    Lo cierto es que en el Gobierno que tenemos hay un cierto desconcierto en algunas áreas.
    Tengo a la vista el calendario y tiemblo pensando en el curso escolar y en el COVID 19 –
    El asunto ha sido transferido a las Comunidades Autónomas con una especie de “ahí te lo paso porque no puedo con ello”. La vuelta de vacaciones de algunos miembros del Gobierno no les ha dado con la solución que no viene sola, que no cae del cielo y ahora” de repente” han descubierto las autonomías. ¡Un interesante juego” Esto no es un juego! ¿Se han cortado la coleta?