ENTRE EL 85 Y EL 3 %
Ayer 27 de octubre se cumplió el tiempo anunciado por los médicos en general para manifestarse en huelga y lo hicieron. La huelga es un derecho conquistado por la fuerza laboral para expresar carencias, para reivindicar mejoras, para evidenciar un determinado estado de ánimo y hacer saber a quien manda la diferencia existente entre la realidad y las sesiones de despacho, en eso que se ha dado en llamar la cúpula directiva.
Siempre se ha dicho que la salud es uno de los pilares esenciales de la vida del ser humano y por tanto es uno de los deseos que siempre se exhiben cuando alguien te pregunta y dices salud, dinero y amor; aunque el orden de los dos últimos de esos deseos se altere en algunos casos.
Por eso cuando uno asiste a una huelga de quienes nos atienden en materia de salud se echa uno a temblar. Se dice que hacía más de 25 años que un caso así no se daba. No lo sé o no me acuerdo.
La medicina es una actividad que tiene una fuerte carga vocacional y como ejemplo de ello ahí tenemos muy cerca la actuación de todo sanitario frente al problema que nos afecta. El virus sigue haciendo estragos y los recursos siguen siendo los mismos o menos.
Llama la atención los números derivados de la cuantificación de los huelguistas y es tal la diferencia que da un cierto motivo para la risa sino fuera tan serio el asunto.
Unos dicen – el sindicato de los médicos el 85% y otros, los medios oficiales, el 3%. No lo entiendo. Parece una broma.
Por otra parte, se da pábulo a la noticia de la llegada posible de médicos de otros países, al margen de la cuestión idiomática posible, cuyos títulos podrían estar pendientes de homologación e incluso se habla de incorporar a alumnos de fin de carrera, o a la posibilidad de ser cambiados o trasladados al margen de su especialidad. Esto no es un juego de estrategia o de ajedrez. Jugamos con la vida de las personas.
¿Es igual un pediatra que un especialista en pulmón? ¿Es igual un reumatólogo que un cirujano?
Si. Yo ya sé que son médicos. Que tiene una formación básica en origen, pero la praxis y la especialidad tienen un camino propio.
Esta reflexión no se detiene en el escalón médico, sino que sigue con la enfermería y acaba en los celadores.
¿Es tan difícil entenderlo?
No parece una cuestión de dinero- y no me refiero solo al caso de los contratos temporales que se suceden durante años.
No sé como funcionan en eso que llaman el extranjero. Solo sé que muchos se van, ganan más y disponen de una cuota de respeto mayor que aquí.
¿En qué somos diferentes pese a decir que tenemos la mejor sanidad del mundo? Ostras Pedrín. Y el caso es que cuando oyes hablar al baranda de turno lo dice serio y parece convencido. Lo que hay que hacer para seguir arriba del “caballito”.