DUDA RAZONABLE
Les tengo que preguntar a mis numerosos amigos del foro acerca de la frontera entre la mentira, lo falso, la verdad, la frustración generada por el cambio de una promesa y lo tengo que hacer porque en ese llamado, “mediáticamente” El ministerio de la verdad”, y debe ser así por aquella serie de éxito sobre la traslación en el tiempo, pueden mezclarse los datos, interpretarlos en función de alguna escala que desconocemos.
Un ejemplo que se me ocurre.
Cuando el Sr. Sánchez ganó las elecciones nos dijo a todos los que le votaron y los que no, que no podría dormir sabiendo que en el gobierno tendría a algunos miembros del recién fundado partido de Podemos- a lo mejor cambió el colchón no solo por Rajoy- y parece que ha recuperado el sueño, porque se le ve carita de descansado. Decir esto no será malo, ¿verdad?
No, que decía yo que dos días después o algo más o algo menos ¡quién sino él lo sabe! cayó en la cuenta de que tampoco podía dormir por la cosa de los resultados y ¡zas! Firma una coalición que nos deja a todos catatónicos, que es un poco más que dormidos.
En resumen, que no dijo la verdad o al menos cambio la promesa y yo me pregunto-siguiendo la nueva perspectiva de la difamación etc.- si esto está bien o no, o que supone, si es que supone algo, jurídicamente hablando. ¿Era falso? ¿Pronunció mentira? ¿Es cómplice de si mismo y caído en el garlito para permanecer en el puesto que tiene allí? Yo sé que se sabe que dijo que no pactaría con nacionalistas y otros y lo ha hecho. ¿Se puede reclamar? ¿Pueden los que le votaron pedir una indemnización? Una cosa moral. ¿Y cuando señaló, para alegría de todos, que habíamos vencido la curva y que nos podíamos regocijar siendo entonces verano y luego no? ¿Qué?
Fíjese usted señor lector y sepa que a mi no me molesta que invite a sus amigos a unos mariscos a Doñana o que se broncee al Sol de Lanzarote (por cierto, es un sitio que a mi gusta mucho).
Cosas de gobernantes y jóvenes dados a la vanidad y a una cierta estulticia. A lo mejor yo si pudiera lo haría y también, no solo por presumir ,sino por afecto de adolescente, de amigos del baloncesto.
Tampoco debe ser malo decir que hay mucho dolor en las familias que tienen a sus mayores en algunas residencias que parecen estar visitadas por el Diablo (en mayúscula) y aunque eso, dicen ahora, que es cosa de las Comunidades Autónomas, lo cierto es que el Señor que le podía quitar el sueño al Dr… Sánchez, es el máximo encargado de ese asunto.
No quiero más que saber con esto, que hago público en este diario libre, quien es más culpable y por tanto objeto de sanción o censura