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Carlos Pajuelo

Pajuelo: la chispa

¿ERA NECESARIO SER TAN SOEZ?

¿ERA NECESARIO SER TAN SOEZ?

Es conocido que en el valenciano coloquial empleamos vocablos que dejan a muchos, que lo desconocen, la retranca de su empleo. Hace algún tiempo un amigo, que trabajaba en un banco, fue destinado al Grao de Valencia y en los primeros días se hacía cruces de como el director de la sucursal trataba a algunos buenos clientes, hasta el extremo que cuando terminaba su directivo con el cliente y este se había marchado, un día entró a hablar con él.

“Perdone jefe”

Dime

Que me ha extrañado mucho que usted llamara a gritos en medio del Banco a D. X llamándole “Yeh, cara collons” y le espetara a pleno pulmón; ¡Has dinat fill de puta! o algo parecido y no solo no se ha ofendido el cliente si no que se ha reído y han continuado hablando como si nada.

No pasa res- contestó el directivo. Es frecuente el uso de ese lenguaje coloquial salpicado de algún taco que en otro sitio sería impensable, pero que aquí no significa nada más que un detalle de buena relación.

Sería digo yo lo que ahora se ha dado en llamar uso de la lengua vehicular de la zona.

Y paso a lo del pueblo de El Verger (Alicante) y sus carteles. Se han pasado de lengua vehicular y para luchar contra la violencia de genero creo que el vehículo ha tenido un tropiezo y ha chocado con el buen gusto y empleado lo más soez. Dicen que es parte de una campaña contra la violencia. No lo entiendo. Un camino extraño. Veamos:

El Ayuntamiento de El Verger (Alicante), gobernado por el PSPV-PSOE, ha lanzado una campaña de publicidad con motivo del 25 de noviembre (25-N), día internacional contra la violencia de género, que está dando mucho de qué hablar. 

La polémica se ha generado en este municipio de la Comunidad Valenciana por los carteles que se han colocado en las calles, en castellano y valenciano, escritos con un lenguaje soez y vulgar, que ha provocado el enfado y malestar de sus vecinos. 

En estos carteles se pueden leer frases como estas alternando español y valenciano. 

“Oye lindo, quisiera ser árbitra para soplarte el pito” (llevarían una copita de más)

“Es verte pasar y se me hace el higo agua” (Creo que esta pérdida de líquido debería ser revisada por un ginecólogo antes de que vaya a más

“Chico, si estás malo, mi clóchina es medicinal”

“Quisiera ser vampira para que me clavaras ese pedazo estaca”

“Ey nene, con ese palo abres cualquier almeja”

“Chaval, te dejo que me rompas el tomate cuando quieras”

Solo recordaba en esos términos dudosos algunos reclamos de las pescaderas o labradoras en algunos mercados y de eso hace ya mucho tiempo.

La propuesta tampoco ha sido bien acogida por los partidos de la oposición. El Partido Popular y Compromís solicitaron este lunes, cuando aparecieron los carteles, explicaciones al ejecutivo liderado por Ximo Coll, además de la retirada de toda la cartelería colocada en las principales calles del municipio. “Es muy desagradable estar paseando por el pueblo y leer este tipo de mensajes. La gente no lo entiende”, han señalado los popular.

Espero con interés progresivo que algún o alguna miembro/a del Consell, de la Diputación, del municipio, de la Asociación Progresista – si la hay – se apresure a analizar detalladamente el léxico empleado, se pronuncie adecuadamente y haga pública rectificación de esta violenta forma de expresarse. ¿Con estos carteles cree el Ayuntamiento que, además de salir en los “papeles” logran mitigar la violencia o servirán para que sean repetidos? Una pena de “dineros” empleados cuando el camino del respeto al otro, en este caso a la otra, pasa por las aulas y el ejemplo. Además de lavarse las manos por la cosa pandémica deberían lavarse la lengua.

¡Ya está aquí este Pajuelo dando clases de moral expresiva!

A mi a estas alturas no me sorprende casi nada, pero me otorgo la licencia de dar mi opinión con permiso del “Ministerio de la Verdad” Recuerdo que cuando éramos niños- y hace tiempo- los que teníamos diccionario buscábamos siempre las mismas palabras y nos reíamos mucho y las repetíamos poniendo cara de misterio y en voz baja. ¿Qué harán ahora los niños que lean esos carteles? Saludos.

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Por Carlos Pajuelo

Sobre el autor

Profesor emérito Universidad, escritor , publicitario y periodista. Bastante respetuoso con los otros. Noto la muy mayoría de edad física. Siempre me acuerdo de aquello de "las horas hieren y la última mata" y para aquel que trate de averiguar que significa esto ; cada uno que crea y piense lo que quiera


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