EL MAQUILLADOR

La noticia ha saltado a las linotipias, a los micros de las radios y a las lentes de las cámaras de televisión.

Como señalaba el profesor MacLuhan ” el medio es el mensaje” y yo digo aquí que el mensaje ha llenado los medios.

Se ha publicado que el Gobierno trata de contratar, mediante concurso público, un servicio de maquillaje para que los miembros de este que acudan a las comparecencias frente a la prensa tengan el mejor aspecto posible, si eso fuera posible, por cierto.

Supongo que la intervención del Jefe de Gabinete ha sido esencial.

Nada más horrible que un mandamás gubernamental ofrezca unas ojeras que den miedo; yo discrepo, solo ligeramente, dadas las que tengo yo, porque unas ojeras bien puestas pueden dar para mucho ,dado que se está en la posibilidad mayoritaria que los espectadores-que son votantes-interpreten que es el resultado de no dormir y sí quien las ostenta es una reputada ministra  a cuyo cargo puede estar la Hacienda Pública ,el plus que se obtiene, como guardadora de las rentas del solar patrio, puede alcanzar cotas que harían temblar a los chupadores de cámara.

Lo hacen en cualquier circunstancia, léase la pareja, unida en santa inquisición mediática, los Srs. Iglesias, por ejemplo. Yo en todo caso le arreglaría un poco la boca a la Sra., que guarda, dicen, las arcas públicas por parecer excesiva, aunque cuadre con su esplendida cabellera que agitada convenientemente puede llegar a marear lo que puede ser un tanto a favor del Gobierno muy dado a marear la perdiz y echar balones fuera poniendo a Europa por testigo.

Por otra parte, también comprendo que la vicepresidenta primera quiera disimular las arrugas que surgen de la comisura de lo labios y que endurecen un poco el gesto y por tanto tienda a compartir la idea de un maquillador o maquilladora. o ambos a la vez, pero eso sí que tenga “expertitud” como pronunció, al parecer, el otro día contestando a la pregunta de la razón de elegir al Dr. Simón como portavoz para dar noticias del COVID.

Por cierto, a este portavoz no necesitamos maquillarlo porque su rostro unido a su indumentaria y pelo, dan la imagen perfecta de científico despistado y sin embargo apenado en su relatividad contable en materia de expectativas de contagiados, de olas de Covid e incluso de muertos por esta pandemia. Está bien como está, pero es posible que pronto lo cambien porque se píense por el Gobierno que está ya muy “gastado” y no resulta creíble.

Algo de eso puede pensar el Ejecutivo del sr. Illa a la sazón candidato dejado para mayo-febrero en las posibles elecciones catalanas y, supongo, con cierta tristeza interior porque puede ocurrir que lo que parecía cantado, ahora haya sido torpeado por las conspiraciones de las fuerzas ocultas en Waterloo que tratan de ganar una batalla que muchos dan por perdida.

Yo me lo creo todo…hasta la exportación de pelo humano, vía Londres, en valija diplomática a ese mismo país donde parece que lo compran bien y ello a cargo de una sociedad en la que está el hermano- hermanísimo- del presidente, de nuestro presidente el Sr, Puig. No quiero pensar en lo que pensará el Sr Puig. ¡Ahjjj!