¿Qué hacía usted el 23 F de hace 40 años?

Sí 20 años no son nada, según la letra del tango, 40 – que son los que han pasado desde el intento de Golpe de Estado en España- serán el doble de nada. Y yo creo que el que sea nada está muy bien, por muy mal que estemos ahora, que lo estamos.

Yo estaba dando clase me dice M y durante el día, antes de los tiros en la cúpula del Congreso, iba con uno de mis hijos al dentista. La normalidad establecida seguía su curso al margen de los hechos que todavía no se conocían bien…ni ahora tampoco.

Este ejercicio de preguntar te sirve para conectar con algunos amigos a los que, a fuerza de no salir de casa o de no poder acudir a la tertulia habitual, se van diluyendo en la memoria- pese a que se dice que un amigo no se pierde nunca, a excepción de los que se pierden en el camino y es que estamos en la franja del llamado “personas de alto riesgo” claro está, pero la perogrullada contenida en la frase anterior la avala el sentido común.

¿Qué quiere decir? Muy sencillo.

Que los amigos, si los cultivas con esmero no se pierden, salvo los que ya no están entre nosotros. Yo he perdido algunos desde aquel día 23 de febrero de hace 40 años.

Con esa teoría del perder me dedico a preguntar aquello de: ¿Qué hacías ese día? Y J.M. me dice que él volvía de Miami y que se enteró cuando oía la radio en la ducha, J C, médico, se atrevió a pasar entre los tanques para hacer una visita y, por cierto, nadie le paró ni le dijo nada.

¿Y usted que hacía?, me pregunta mi otro yo.

Yo volvía de Elche y me enteré por la radio, casi al llegar a Valencia por la autopista, y como reproducían los tiros me entró miedo; de inmediato contacté con mi casa y mi mujer había bajado al supermercado a abastecerse y en contraste con este semi confinamiento de este tiempo pandémico, nadie se llenó de papel higiénico (un asunto que lo tengo pendiente de averiguar).

Lo que si parece cierto es que las descargas de WC adquirieron cota de lo más alto, se consumió más agua quizás porque los que se consideraban en peligro personal corrieron a deshacerse de documentos, carnés y algunos papeles comprometedores. Puede que sea verdad. Hay un hecho cierto y es que hoy en ese homenaje falta un personaje esencial del Golpe el Rey emérito a quien no he podido preguntarle que hacía él. Le propongo un ejercicio de memoria teniendo en cuenta que. El tiempo es una segadora de los recuerdos porque no solo los quita…sino que los altera. Buenos días.