LA DUDA
Solo han sido unos trombos los que se han producido, que no son numéricamente más que si no existiera la pandemia de la que todos estamos colgados, pendientes de un hilo o mejor pendientes de que no caiga sobre nosotros la espada de Damocles
Sin embargo cuando algún país ha dado la voz de alarma, incluso con un solo muerto (debo pedir perdón con la expresión “un solo muerto” porque un pobre señor o señora no es un número y si es familia de alguien que ahora mismo extraña ,llorando su ausencia, no me daría derecho a utilizar el vocablo número, pero las noticias de Austria, Islandia, etc solo nos hablan de números y de suspensiones en materia de vacunación de la vacuna Astra Zeneca).
De inmediato otros países han seguido el indicativo de la suspensión hasta tener la certeza de su buen funcionamiento. España, o sea nosotros, hemos tenido que asumir la noticia y quien corresponde ha dado la orden de paralizar de tal suerte que aquí en Valencia se ha seguido la orden y ahora, por ejemplo tenemos a los docentes medio vacunados; medio porque a los vacunados les falta la otra dosis y a los no vacunados los tenemos ante la duda de querer vacunarse o no con esa vacuna y a los que ya se fueron a casa ante el temor y la expectativa de “a ver que pasa” ,sí es que pasa algo.
Hasta estos momentos de duda antecedía una verdad aceptada convencionalmente , dentro del marco europeo ,,por ello creo que se ha producido una brecha en la validez y en la creencia.
¿Qué hacer? No nos basta el “cogito ergo sum”- pienso luego existo. Hay por esto una sola verdad y es que yo si soy verdad porque existo; me toco, miro, siento luego soy yo. He aquí la primera verdad…el resto es la duda metódica.
Hasta ahora hemos dado nuestro cuerpo mortal a la ciencia y hemos asumido que “si no hay más remedio me vacunaré” y hemos despreciado la posibilidad de error porque los científicos nos han dicho que la tal vacuna funciona y hay varias más que funcionan también.
¿Cómo devolver la certeza a mi duda?
¿Debo pedir que me digan que vacuna me ponen?
¿La rusa, las americanas, la china?
Las infantas se vacunaron para ver a su padre lo que me parece, protocolos al margen, normal.
¿Yo puedo decir a alguien, a la que me pincha o al jefe de la que me pincha; “Yo quiero la marca de las infantas”?
Yo entiendo que estas personas y otras parecidas se pondrán lo mejor ¿No? Si.
Pues quiero esa marca, porque tiene menos carga de duda. Ahora me voy a dormir con la duda puesta encima del pijama. Ahora ya tengo otro asunto que me va a desvelar. Muy buenas