¿Ribó ya no cuenta?
Hoy hay dos asuntos que me tienen conmocionado hasta un extremo que sobrepasa mi sensibilidad, muy dada al alarmismo y a obtener consideraciones que podrían ser impropias o desmesuradas.
Claro que también se sabe que las columnas de opinión son eso: opiniones, y de cuya transcendencia se hace eco alguno que podría ser lector asiduo mío. Cosas
Una es la vacuna del alcalde y otra es la denominación periodística, por un medio local, de ancianos a gentes que están entre los 50 y 59 años.
La carcajada todavía resuena en mis oídos.
Se lo comento a un grupo de amigos que ya han sobrepasado la setentena e incluso yo mismo los ochenta y Fermín dice que no somos supervivientes, somos sobremurientes, lo que me da un poco de dentera. Ya se verá.
Yo creo que la LOGSE expande su sombra sobre la formación actual y en eso estoy de acuerdo con mi amiga Beatriz que lo resume perfecto en su libro, de hace unos días, “Esta educación es una ruina”. Sigo con el titular del redactor.
Sin duda el bisoño redactor se ha mirado al espejo, ha visto a su padre o a su tío, y ha encontrado sendas diferencias físicas o incluso ha podido comprobar que a su señor padre se le ha olvidado un nombre, o no conoce el último grupo musical de moda, o, es más, ha tenido a bien darse cuenta de que no emplea un lenguaje inclusivo.
Nuestro alcalde el Sr. Ribó, que empezó circulando en bicicleta, ya tiene 73 años- que no es nada dada la media alcanzada en edad por los españoles- ha reclamado su vacuna.
El anciano dice que ha dado varias veces sus datos- asunto curioso- a Sanidad y nadie le ha dicho nada hasta ahora (a lo mejor al decirlo en voz alta y siendo esa voz reflejada por la prensa, ahora le avisan, o mientras usted lee esto ya se la han puesto o se la están pinchando. Cosas de salir en los medios.
¿Nos enfrentamos a un ninguneo deliberado?
¿A un aviso de “hasta aquí has llegado Joan?
¿Es un obstáculo que tiende a frenar ciertos desarrollos urbanísticos?
¿Se ha descubierto en él una tendencia a reconvertir la ciudad en un pueblo con feria de tenderetes en medio de la plaza?
¿De quién es la mano que mece la cuna?
No te puedes fiar de nadie.
Hay que sentarse con la espalda contra la pared por si un puñal amigo te busca, o por alguna otra cosa que recomienda mantener el trasero fuera de peligro, a cubierto.
La política es un trabajo duro y ahí está, menos mal, la UCO que se lleva por delante a todo un subdelegado del Gobierno y a un ex vicealcalde. No somos nada. Cuidado con los sobornos envueltos en papel celofán.
Hasta pronto