>

Blogs

Carlos Pajuelo

Pajuelo: la chispa

EL DOLOR Y LA INCERTIDUMBRE

Publicado antes por mi en el periódico de la Vall de Albaida LOCLAR. creo QUE PUEDE SER DE INTERÉS PARA ALGUN LECTOR
EL DOLOR Y LA INCERTIDUMBRE
Todo ser humano-supongo que otros seres también- sienten dolor, pero la cuestión aquí es que no todos somos iguales y no todos los dolores tienen la misma fuente.
No hay un “dolorometro” que permita objetivar el síntoma y por eso lo primero es saber que dicen los expertos en relación con esta circunstancia que, por cierto, nos iguala a todos: ricos y pobres, bajos y altos, rubios o morenos, asiáticos o europeos, negros o blancos. Es el dolor.
Lo que hay es una aproximación teórica a los síntomas cuando definen que el dolor es:
. La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor definió el dolor como “una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial”. La percepción del dolor consta de un sistema neuronal sensitivo (nociceptores) y unas vías nerviosas aferentes que responden a estímulos nociceptivos tisulares; la nocicepción puede estar influida por otros factores (p.ej. psicológicos)
Sin duda parece más fácil definir y tratar el dolor físico. Si uno se rompe un brazo, o siente como una especie de culebrilla dolorosa recorre uno de los brazos y tiene al tiempo ciertos síntomas de dolor agudo en el pecho, puede que, a lo mejor, nos encontremos ante un infarto o si uno se cae obre un costado y se rompe una costilla o se hace un esguince, la clínica del asunto puede ser más fácil de tratar que otros dolores.
¿Qué dolores?
Los que algunos llaman del alma y que se pueden producir como resultante de alguna de las anteriores dolencias o de otras que rondan la incertidumbre, es decir: ¿Qué será de mí? ¿Cuánto tiempo me queda? ¿Por qué me pasa esto a mí, sí yo no he hecho nada? Esto es injusto.
Hay muchos dolores producidos por la tendencia de muchas personas a somatizar algunos acontecimientos.
Con la pandemia colgando sobre nuestras cabezas el miedo anida en el alma y es muy difícil acertar en encontrar una solución y se suele-quien puede- acudir a los especialistas en ese tipo de enfermedades de difícil clasificación.
Psiquiatras y psicólogos tratan de encontrar caminos de terapias farmacodinámicas, o tratamientos psicológicos para intentar entender lo que le pasa a quien acude a su consulta.
Un mero repaso a la constitución neuronal del cerebro nos aproxima a un mundo por demás, hasta hoy, casi desconocido. Cada uno es como es y esto que acabo de escribir parece una perogrullada, pero es así de simple.
No todos somos iguales ni reaccionamos lo mismo frente a una adversidad, se pierde por parte del enfermo y de su especialista la perspectiva y, a veces, todo pasa por una estimación de lo que le pasa al otro y se prueba y se vuelve a probar.
Yo por poner un ejemplo más cercano (y me refiero a mi contra los teóricos de los artículos de opinión, que aconsejan no hablar de uno mismo y esto yo lo considero un error porque ¿quién mejor que uno para tratar de explicar lo que uno siente? pese a que eso puede estar mediatizado por el dolor somatizado ante la imposibilidad de no saber que hacer).
Yo, digo, siento dolor en el alma cuando veo llorar desconsoladamente a un niño y es que llora de verdad o cuando la violencia del más fuerte acoquina al débil y no solo se da en la reprobable violencia de género, es que el abuso me conmueve y añade un sentimiento de rabia e impotencia.
Hablo del alma. ¿Dónde se ubica el alma y que eso del alma? Dicen que en todo el cuerpo y hay autores antiguos que empeñados en encontrar el , hablaban de la nariz. Ahora dicen que cuando uno muere la información se escapa al mundo subatómico. Yo que sé. Solo sé que yo noto sensaciones en el cuerpo no identificadas con lo físico y que se muestran como si se te encogiera el estomago o el plexo solar.
 
Esto que escribo lo hago para un diario que tiene la amabilidad de publicarlo pese a que, a lo mejor, se aleja de la realidad filosófica que yo planteo y que muchos se han preguntado sino encajaría más con otro tipo de reflexiones.
Sin embargo, estoy seguro de que entre los lectores de LOCLAR hay personas que sienten dolor e incertidumbre por el futuro en general y sobre su futuro en particular.
Volviendo a la realidad que nos rodea.
¿Qué me pasará cuando termine mi ERTE? ¿Por qué tardan tanto en atenderme o no pueden hacerse cargo de la demencia senil de mi padre? ¿Por qué los tratamientos para el dolor del alma-los problemas psiquiátricos o psicológicos que van creciendo con esta nube de incertidumbre que nos rodea- no son mejor o simplemente atendidos en su totalidad por los servicios de salud en esa Sanidad que califican como “la mejor del mundo”?
Se ha evidenciado que esos problemas que yo califico, alegremente, como del alma terminan por repercutir en lo físico.
Ya es hora de que en una sociedad avanzada que ha presumido o presume de “sociedad del bienestar” el concepto de previsión no se estime en la importancia que tiene. Llegar a tiempo de diagnosticar. Iniciar un proceso de seguimiento no es perder dinero, ni tiempo.
Háganlo y déjense de palabras que se lleva el viento. Repasen las cifras del paro juvenil y de mayores de 50 años y piensen.

Temas

Por Carlos Pajuelo

Sobre el autor

Profesor emérito Universidad, escritor , publicitario y periodista. Bastante respetuoso con los otros. Noto la muy mayoría de edad física. Siempre me acuerdo de aquello de "las horas hieren y la última mata" y para aquel que trate de averiguar que significa esto ; cada uno que crea y piense lo que quiera


mayo 2021
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31