INEPTOS
La lista larga de desencuentros entre el Gobierno y los ciudadanos en materia fiscal, legal, social y su sombra sobre las Comunidades, me hace reflexionar en torno al hecho de sí se hace porque su voluntad es esa, o si se hace por no saber hacerlo de otra forma.
¿Son ineptos, inútiles?
Parece que no saben hacer la O con un canuto.
Me alejo de los exabruptos que generan algunas decisiones que se contradicen con las promesas que las hemerotecas guardan celosamente… de momento.
La respuesta tiene dos caras entre ACTITUD Y APTITUD, e incluso alargando más la reflexión, la diferencia entre EFICIENCIA Y EFICACIA.
Mientras que la actitud es una característica de la personalidad y su forma de reaccionar frente a los problemas, la aptitud supone más la capacidad para cumplir un objetivo y adaptarse a ese rol específico.
Pensemos en nuestro Presidente, y dejo un posible examen de las virtudes para quienes le rodean como ministros por ser un trabajo que excede la mera opinión de una columna, aunque la frase de “por sus hechos los conoceréis”, bastaría para hacerse una idea, a la vista del cumulo de problemas que se van sucediendo en progresión constante.
Pese a que en su momento dijo, hasta hacerse pesado por reiterativo, que nunca pactaría con los que mataron en nombre de la organización ETA- que por cierto no parecen de momento figurar en el Memorial, recientemente inaugurado en Vitoria y por tanto parecen haber no existido- que ni se coaligaría con Unidas Podemos y que no dormiría tranquilo si así fuera.
Hoy no sabemos si hay algo que le quita el sueño, salvo la posibilidad cercana de perder el domicilio político de La Moncloa y sus privilegios inherentes.
Todo lo anterior estaría de acuerdo con que en el origen parecía una actitud; se diría que parecía convincente.
Sin embargo, la realidad hasta hoy demuestra todo lo contrario y ello me inclina a pensar que es un inepto, que es incapaz de encontrar soluciones más allá del decreto, ensombrecido por una suerte de revanchismo o bien que deliberadamente su primitiva ACTITUD era falsa y solo constituía un trampolín para dormir-con un colchón nuevo- en las estancias acogedoras del palacete monclovita.
|
||
|