LA PALMADITA (papel y digital)
Sin duda estos días las redes sociales y algunos medios se han recreado en la suerte de matar al mensajero -presidente Sánchez
No. No hay error en la figura del mensajero, como algún listo puede querer rectificarme.
El mensajero de este país, al menos oficial, es el presidente electo- al margen del procedimiento empleado para su elección que nadie, por cierto, discute como no democrática; digo que es el mensajero, porque se trataba de entablar una conversación con el jefe Ejecutivo de USA a la vista de las dificultades para conectar con él, ni siquiera por teléfono.
Iván su jefe de Gabinete- todavía vivo, al no haberse tirado monte abajo, como dijo, por su jefe, seguro que le habría dicho. Todo Ok. A Biden lo tenemos. Y allá que se va el Dr. Sánchez a su encuentro y seguro que pensó, al verlo caminar por el pasillo, de unos 20 metros, con la cabeza erguida y la mirada dura de un marine hacia delante, en adelantarse y ponerse a su lado. Pensado y hecho. Mr. Biden lo vio venir y siguió a su paso y su mirada no se deslizó hacia el borde izquierdo para comprobar quien era. Lo sabía por la vía del pinganillo que todo jefe de Estado lleva como un pendiente secreto en la oreja.
Nuestro presidente se puso al paso, inclinó la cabeza hacia su derecha y hablo al tiempo de ajustarse la mascarilla alguna vez. Y nada más. 20 pasos, 20 segundos unilaterales con acompañamiento final de palmadita en el omoplato como diciendo: Bien, bien.
La palmadita del Sr. Biden no es moco de pavo; en ella se concentran los misiles largo alcance, el modo de vida americano, Silicon Valley y toda América.
No pasa nada. El tiempo lo deglute todo y el verano, ya con los indultos firmados, pensará en Lanzarote o en Doñana que la memoria es finita. Queda mucho camino hasta las nuevas elecciones. El Sr. Casado y sus luchas internas, el Sr. Abascal pensando en nuevos Vallecas, en Ceuta y Melilla, también descansarán, mientras maquinan que inventar.
El Sr. Sánchez hará algún ligero recambio ministerial, se abanicará con las propuestas de la amortizada Ciudadanos y comprobará que Podemos respira.