TENGO EL CORAZÓN “PARTÍO”

Pues si.  Estoy en plan Alejandro Sanz con necesidad de tiritas.

Ayer oí el primer petardo de unas Fallas absurdas en tiempo y forma. Parece que el llamado mundo fallero ha conseguido no enterrar a las Fallas.

Eso me alegra y me entristece al mismo tiempo,de ahí que tenga el alma partida en dos o más; una parte está con los falleros, una comunidad, en general, que une y participa, que hace participar logrando que no se rompa el espíritu del barrio que se defiende del anonimato de la gran ciudad.

Ninguno de mis ascendientes tiene nada que ver con Valencia. El primero que, de mi propia familia, en la ciudad he sido yo y como todo recién llegado, sin saberlo, me convertí en converso y ahí sigo. Soy partidario de las Fallas en toda su extensión, excepción de los petardos en los pies de los caminantes.

He nacido, bautizado, estudiado, tenido hijos en esta tierra a la que considero mía. Vivo las fallas y  celebraciones con alegría.

Lo de la ofrenda marcando récords de flores y lagrimas me pone y la cara de los fallerets me encandila.

Hasta aquí todo bien o sea que me gustan las fallas y acepto, con los carnavales de Brasil y alguna que otra reunión masiva de gentes,que  es un espectáculo de interés.

Creo recordar, sin embargo, que hay un marco legal de restricciones para combatir este virus que ya se queda con nosotros, y esa presencia virótica hace que haya toque de queda, que haya restricciones en el número de personas a reunirse y todo un conjunto de medidas cuyo objetivo es frenar los contagios, tratar de evitar muertes. Sea.

Sí es necesario poner en cuarentena a la Constitución se `pone y de repente por una grieta, ¿electoral?, las calles serán escenario de un batiburrillo de gentes que han recibido el permiso oficial de reunirse, en carpas y casals donde probablemente el contacto Inter falleros e invitados será de “aquí no te menees” y yo con la mascarilla puesta todo el santo día y evitando lo evitable para no entrar en la espiral del contagio.

A quienes tienen sobre si la responsabilidad oficial de defendernos se les han caído los pantalones hasta los pies. A los demás nos han dejado con el culo al aire y el virus en el aire.

¿Por qué? ¿Temor al número de falleros, a los gremios, a los artistas y a los artesanos que juegan en esta liga? ¿Cuántos son en votos que se pudieran perder cuando llegue la hora?

Creo que se les ha visto el plumero. Luego será el capitulo de la reflexión, del análisis de las culpas.

Estas cuestiones son las que fabrican escépticos. Si no hay fallas me aguanto por aquello de la prevención del contagio.

Hay cosas que no entiendo o mejor si las entiendo. Ha habido un ataque de miedo, la testosterona ha desaparecido y el pánico se ha apoderado del ejecutivo local. Con el escroto constreñido solo han dicho: ¡Hágase, pero con cuidado!.
Ha vencido el interés de las “capillitas”. A mí no me sirven.