UN FRAUDE. UNA ESTAFA

Del latín fraus, un fraude es una acción que resulta contraria a la verdad y a la rectitud.

Cuando el actual ministro de Universidades, Castells, se incorporó al gabinete del Dr. Sánchez,me hizo gracia la foto que le hicieron en la escalinata del Palacio de la Moncloa. Allí a medio subir o a medio bajar, como si fuera gallego, exhibió una cartera vacía, como diciendo vengo abierto a todo o no sé a qué vengo.

La falta de intervenciones públicas hacía del mismo una figura inexistente.

Héteme aquí que, como una explosión retardada, el ministro ha estafado a una generación de docentes universitarios y ha dado paso al fraude, a la estafa. Ha cambiado de golpe las reglas del juego. ¿Qué juego?

El de la existencia de un mecanismo de control que daba el placet al currículo de quienes aspiraban a integrarse como profesores en la Universidad pública y privada. Debían obtener el visto bueno de la ANECA(Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación)  Que evalúa el CV de los solicitantes para el acceso a las figuras de profesor universitario contratado

Y evalúa el CV para acceso a los cuerpos de funcionarios docentes universitarios.

  Ahora este trámite obligatorio queda en manos de la propia Universidad.

He aquí una mina para el clientelismo progresista y un torpedo en la línea de flotación de quienes pasamos ese trámite en su día.

Un golpe más en la escalada del dominio de cada estamento para hacer vicaria la estafa.

El profesor Castells no quitará las becas a quienes cometan un fraude académico, como puede ser copiar ejercicios o usar pinganillos y el plagio solo conllevaría la expulsión “temporal”. Esto debe tranquilizar a quienes han usado el plagio como mecanismo de avanzar en el mundo académico, social etc.

Se ha dicho que nuestro seductor presidente se “marcó” varios plagios en su tesis- que en otros países era suficiente para dimitir- pero como cada ministro de Educación deja su impronta, este señor de la cartera vacía no iba a ser menos.

Todos iguales, pero por abajo. Usted Pajuelo es un elitista dirán.

Debo estar equivocado, pero esto es un fraude a quienes antes se han roto los codos. ¡Anem a mes!.