VELA INTERRUPTUS
VELA INTERRUPTUS
Me acabo de enterar, apenas hace una semana, que nos hemos retirado como posible sede de la Copa América en su 37 edición, cuando estábamos señalados como finalistas. Hasta aquí la noticia. Ahora especulo.
Es una vela interruptus. Alguien se ha bajado del coito marítimo por excelencia, el mejor del mundo.
¿Miedo? ¿Desviar el show a otra región? ¿Al condado de Barcelona, quizás? ¿Una bajada de pantalones en el camino de ser elegidos?
¿Los seguidores que nuestros primos tienen instalados aquí, han hecho presión colectiva sobre las instituciones “progresistas” y nos han hundido el velero antes de sacarlo del dique seco?
No hay misterio. Se lo decían los del Frente Obrero a Yolanda Diaz, la podemita buena, que nos vino a ver esta semana vestida de rojo suave y le decían que no era comunista de verdad.
¿Cómo les va a ir la vela?
Yo estoy seguro de que sí. En la intimidad hacemos, vemos y deseamos cosas que luego no nos atrevemos a hacerlo en público, por el qué dirán
Yo ya sé que eso de la vela con mayúsculas internacionales es un asunto de minorías contempladas con admiración por las mayorías; el glamur, la moda náutica, casual dicen que se llama, son parte del espectáculo. No solo es eso,el asunto tiene muchos efectos colaterales para el común que no tripula esas máquinas que le roban el viento al cielo.
Los de la vela comen, excretan, duermen y no lo hacen sobre los catamaranes. Bajan a tierra y ahí está el “quid”.
No todos somos iguales. En su día los Juegos Olímpicos fueron costeados por el Gobierno en parte y se cerraron sin deuda. Aquí no. Parece que seguimos pagando. Y esa es la coartada. Falta potencia escrotal.