LA TASA TURISTICA Y OTRAS
Estamos en tiempos oficiales presupuestarios y todos se aproximan al olor del dinero potencial, como un buitre carroñero que busca, de entre los desperdicios, lo que queda de un animal en el suelo, su alimento. No solo lo hacen lo buitres. Muchos humanos también y destacan muchos políticos.
En este tiempo otoñal es el caso de la constelación de partidos que tratan de gobernarnos, según señalan ellos y nosotros no lo vemos con claridad, parece haber llegado el momento de viajar y ponerse casi de acuerdo con el responsable, aunque sea ” el jefe” de la oposición de turno en ese territorio; caso de Murcia por ejemplo, para constituir un frente que presione al Gobierno Central y que cambie las cosas en esa materia; un cambio que viene dilatándose en el tiempo, pese a lo que se había prometido desde el Ejecutivo en boca de la otrora portavoz del Gobierno y hoy Ministra de Hacienda.
Por otra parte, se abre otro frente similar desde el Gobierno de Aragón que trata de incluir a otros territorios con lo que esto del dinero presupuestario no solo une en intención, sino que lo hace en territorio.
Los socios actuales del Gobierno huelen su debilidad y el Sr. Rufián, experto en deslizar amenazas asusta coaliciones ha dejado caer, como una mina antipersona, que los presupuestos se sudan lo que supongo que significa encontrar respuesta a la posible pregunta: ¿A cambio de qué?
Ocurre en el campo que juegan del sí pero no, del dialogo entre extraños, abierto en Barcelona entre un Aragonés que deja quitar la bandera española a la hora de hablar él, frente a un jefe de Gobierno que aguanta el tirón a santo de no sé qué acuerdo sobre asuntos que están hace años claros, de amagar y no disparar, o de disparar sin amagar.
Por si esto fuera poco se sabe que el sector turístico, principal mina de ingresos, ha sufrido mucho y sigue haciéndolo y los componentes de la coalición de Compromís en Valencia se dejan caer con una propuesta, repetida, de poner en marcha una tasa turística.
Y ahora Marza quiere mil asesores culturales. ¡El ciudadano es la mina para explotar! Porca miseria.
|
||
|